Investigación

 

El capital cultural de los estudiantes de nuevo ingreso a las disciplinas de humanidades en la Universidad Veracruzana

 

Dr. José Luis Suárez Domínguez

 

Académico de Tiempo Completo, Instituto de Investigaciones en Educación, Universidad Veracruzana, México, lsuarez@uv.mx

 

Recibido: 06 de diciembre de 2013
Aceptado: 12 de mayo de 2014

 

Resumen

El capital cultural es una noción teórica y metodológica sobre la cual es posible construir un conjunto de hipótesis para explorar diversos objetos de estudio en educación. En este artículo, intentamos asociar el nivel de capital que poseen los estudiantes con el tipo de disciplinas a las cuales deciden ingresar. En particular, nuestro interés descansa en observar las disciplinas que pertenecen al área de humanidades de la Universidad Veracruzana, las cuales cuentan con una diversidad de profesiones académicas cuyo prestigio es variable.

Palabras clave: Capital cultural, disciplinas, profesión académica, estudiantes.

 

Abstract

Cultural capital is a theoretical and methodological notion which allows to build several hypotheses exploring a number of objects of study in education. In this article we aim to relate the level of capital which the students possess to the discipline that they choose to enroll. Our interest particularly focuses on the disciplines of the humanities at the Universidad Veracruzana which are characterized by a variety of academic professions and prestige.

Keywords: Cultural capital, disciplines, students, the academic profession.

 

1. El punto de partida analítico

Desde hace aproximadamente tres décadas, en la investigación en ciencias sociales de nuestro país, comenzó a adquirir relevancia la sociología de Pierre Bourdieu como alternativa teórica para la construcción de diversos objetos de estudio. En el contexto de la investigación educativa, autores tales como Durkheim, Parsons y algunas teorías y enfoques derivados del marxismo, dominaban el espectro teórico de la sociología de la educación. Con Bourdieu, se abonó a la diversidad de recursos teóricos y metodológicos útiles para una aproximación a la realidad educativa y social.

A partir de la introducción de la sociología de Bourdieu en el contexto de la investigación nacional, los conceptos de campo, habitus, sentido práctico y capital cultural, entre otros, se convirtieron en nociones clave para entender un campo complejo como el de la educación, y en particular la lógica de las instituciones universitarias y el mundo académico. Se trate de investigaciones académicas o de otra naturaleza, cada vez es más frecuente el uso de esta sociología para explicar y comprender la constitución de un campo (como el universitario, el religioso, el artístico, entre otros) y su funcionamiento.

Bourdieu es considerado un sociólogo de la cultura, de la educación y otros campos. A pesar de que su sociología ha sido ubicada en el contexto de las corrientes reproduccionistas, así como en la teoría de la praxis, la forma más precisa para calificar sus teorías es aquella que las designa como estructuralistas al mismo tiempo que constructivistas.

El estructuralismo constructivista de Bourdieu supera las versiones subjetivistas y objetivistas de la realidad social. En el formato subjetivista, los sujetos, los actores, particularmente la conciencia, son el punto de partida de la construcción de la realidad. Es el dominio del self de Mead, recuperado por Shutz, y acaso en un sentido distinto por toda la sociología interaccionista y la sociología de la acción, sin dejar de mencionar la rational theory en sus diferentes expresiones. En el formato objetivista, por otra parte, encontramos al estructuralismo sociológico más ortodoxo, orientado en un sentido opuesto al subjetivista: la regulación de la estructura sobre el sujeto (sobre la acción) y la concepción de un comportamiento siempre definido a priori según la lógica de esa estructura; en esta posición podemos ubicar las perspectivas durkheimnianas, las parsonianas, entre otras.

 

1.1 Algunos conceptos básicos en la sociología de Bourdieu

El concepto de campo tiene una función teórica y metodológica, nos ayuda a delimitar el espacio social donde se despliega la interacción social. Se trata de un espacio construido por agentes (plano de la acción), los cuales al mismo tiempo reciben una regulación del campo y en función de ello orientan sus desempeños (plano de la estructura).

Esta relación entre acción y estructura plantea la ruptura con las perspectivas subjetivistas y objetivistas. El concepto de habitus se construye a partir de los dos planos y por ello rebasa la posición dicotómica señalada.

El habitus es un conjunto de disposiciones duraderas que realiza la reactivación del sentido objetivado de las instituciones: producto del trabajo de apropiación de las estructuras objetivas, el habitus ha sido construido por los agentes, a lo largo de su vida dentro de un campo determinado. (Bourdieu, 1995, p. 99)

En el mismo orden conceptual, en la relación entre el campo y el habitus, encontramos la noción de sentido práctico, definido por Bourdieu (1995) como "un sentido del juego socialmente constituido" (p. 83). Es decir, se trata de estrategias construidas por los actores de acuerdo con las situaciones que el campo les presenta. El sentido práctico de los agentes y las estrategias producidas por éstos son objetivos, pues dependen de la posición que ellos detentan en un campo determinado.

En la lógica descrita, el capital cultural juega un papel central, pues es un sentido práctico que regula el comportamiento de los sujetos. Según Bourdieu, es el resultado de un conjunto de prácticas sociales y culturales construidas en la familia. Junto con el capital económico, el capital cultural da cuenta de las diferencias sociales entre individuos o agentes. Es una noción metodológica útil para el estudio de un espectro amplio de relaciones sociales, pero también de construcciones individuales a partir de ellas.

El capital cultural guarda relación con las posiciones, por lo tanto, según el volumen y la estructura de dicho capital, los agentes o grupos se distribuyen de distinta forma en el espacio social. Entonces, a determinado volumen y estructura del capital, se corresponden determinadas prácticas, intereses e ideologías.

Es ampliamente conocida la definición de capital cultural en la sociología de Bourdieu, así como los tipos que derivan de esa definición: incorporado, objetivado e institucionalizado. Cada uno de ellos aporta un ángulo que se complementa con los demás para definir el volumen de capital que los agentes sociales son capaces de acumular a lo largo del tiempo. Los tres tipos de capital sirven a los propósitos específicos de nuestro trabajo, pues los consideramos dimensiones capaces de diferenciar a un conjunto de agentes sociales que son el centro de este estudio.

 

2. El problema de investigación

Los conceptos recuperados y brevemente descritos en el apartado anterior, funcionan como un marco categorial desde el cual se configura el problema de investigación. Así, ubicamos a la escuela como el contexto hacia el cual dirigimos nuestra atención. En efecto, el espacio social escolar puede observarse como un campo en el cual existen relaciones objetivas que detentan los agentes sociales, en este caso los estudiantes.

De forma concreta, la relación que articula al problema de investigación está configurada, por un lado, por el nivel de capital cultural que poseen los estudiantes que buscan ingresar al área de humanidades de la Universidad Veracruzana (UV), y por el otro, por la disciplina específica a la cual aspiran a ingresar. Se trata de un problema de investigación en el que entra en juego el plano de la acción social al considerar a un conjunto de agentes sociales (estudiantes, familias, entre otros), pero también se involucra al plano de la estructura, al ubicar a esos agentes dentro de la universidad como espacio social (reglas escolares, lógicas de acción disciplinarias). Esta relación, desde luego, implica un conjunto de elementos teóricos y metodológicos que intentaremos enunciar.

Primero, el capital cultural nos permite diferenciar a los estudiantes como población cuyos intereses son diversos y específicos en torno a los estudios superiores. Es decir, observamos la correspondencia entre los rasgos de los estudiantes y las características del campo escolar. El capital cultural aporta tres referencias que distinguen a los estudiantes y sus familias de origen: a través del capital objetivado, podemos saber cómo juega la posesión de bienes materiales con los que cuentan los estudiantes, pues se traducen en condiciones favorables para los estudios universitarios. A través del capital incorporado, conocemos las prácticas específicas (culturales, académicas, sociales, entre otras) de los estudiantes, las cuales son promovidas por las familias y los núcleos sociales de origen. Finalmente, el capital institucionalizado nos aporta ese otro ángulo que complementa al capital cultural, traducido en forma de certificados, pero también de trayectorias institucionales (modalidades escolares por las que los estudiantes han transitado) entre otras cuestiones asociadas a su vida escolar.

Segundo, el campo, como noción teórica y metodológica nos ofrece el análisis de las estructuras. En nuestro tema, dirigimos la atención al campo universitario, la escuela como organización, como conjunto de prácticas, pero también como espacio social dotado de un sentido social y profesional, la posibilidad construida por las sociedades en cuanto a la adquisición de una profesión, un pase de entrada al mundo del trabajo, un certificado, conocimientos especializados, entre muchas otras cuestiones.

El campo universitario se presenta como un espacio social jerarquizado. Como apunta Bourdieu (2008), "un universo que depende de la representación que de él se hacen los agentes; éstos pueden sacar partido de la pluralidad de los principios de jerarquización" (p. 26). En este punto de la argumentación, el concepto de disciplinas académicas adquiere relevancia. Podemos decir que las disciplinas articulan en cierto modo los diferentes rasgos que presenta el campo universitario. Se convierten así en el contexto donde puede observarse la relación entre el capital cultural y el campo, pues los estudiantes, agentes que poseen rasgos específicos, aspiran a ingresar a las diferentes disciplinas universitarias, las eligen según su propio marco social de referencia, según su capital cultural.

Las disciplinas universitarias son construcciones teóricas a las cuales se asocian distintas prácticas sociales, académicas y culturales. En opinión de Becher (1997), existe una relación entre "los aspectos sociales de las comunidades de conocimiento y las propiedades epistemológicas de las formas de conocimiento" (p. 16). Por su utilidad analítica, es ampliamente conocido el cuadrante que resulta del modelo de disciplinas de Becher, quien estableció las categorías compuestas entre disciplinas duras y blandas, así como puras y aplicadas. En las categorías duras, hay dos posibles combinaciones; la primera es la de las duras puras, donde el conocimiento se caracteriza por un:

Crecimiento acumulativo relativamente sostenido […] los nuevos resultados se desarrollan típicamente de manera lineal a partir del estado de conocimiento existente […] hay aparente claridad de los criterios para establecer o refutar el nuevo conocimiento. Ejemplo, la física y las matemáticas. (Becher, 1997, p. 31)

En las categorías duras, encontramos también a las aplicadas, cuyo conocimiento

No es necesariamente acumulativo […] suelen centrarse en el control del mundo físico, las actividades que originan se dirigen típicamente hacia algún fin práctico y son juzgadas por la eficacia de su conocimiento […] sus resultados principales, podríamos decir, son productos y técnicas. Ejemplo, las ingenierías. (Becher, 1997, p. 34)

En el caso de las categorías blandas, también existen dos posibilidades de combinación; la primera es la de las blandas puras, caracterizadas por:

Mayor permeabilidad evidente de las zonas límites, laxamente definidas, entre territorios vecinos […] las implicaciones del conocimiento presente pueden relacionarse tanto con el conocimiento pasado como también con el futuro […] la complejidad es un aspecto legítimo del conocimiento, que debe ser reconocida y apreciada más como una característica holista que como una candidata al reduccionismo. Ejemplo, las ciencias sociales. (Becher, 1997, p. 32)

El segundo grupo de disciplinas blandas pertenece al dominio de las aplicadas:

Recurre al conocimiento blando puro como medio para comprender y aceptar las situaciones humanas […] no es tan estable ni tiene un sentido de progreso tan evidente como el conocimiento duro aplicado, pues sus raíces intelectuales se originan en las interpretaciones frecuentemente reformuladas de las humanidades y de las ciencias sociales. Ejemplo, Educación, Trabajo Social, Derecho. (Becher, 1997, p. 34)

La clasificación elaborada por Becher, es una estructura donde se condensan las propiedades del campo universitario. Cada categoría es un marco de organización social y académica dentro del cual trascurre la interacción social de agentes que pertenecen a esos contextos, en los cuales despliegan sus acciones y comportamientos específicos.

 

2.1. Disciplinas académicas: profesión, prestigio y posición en el campo universitario

Es muy amplia la literatura producida en torno a las disciplinas académicas como marco de observación del comportamiento de diversos actores sociales, (Becher, 1997; Bourdieu, 2008; Clark, 1991; Gil, 1992; Grediaga, 2000). Las dimensiones que rescatamos sobre las disciplinas se refieren a las asignaciones de prestigio, la constitución de una profesión académica y la posición que ellas ocupan en el campo de la educación superior.

El prestigio de las disciplinas es uno de los elementos cruciales para correlacionar las características de los estudiantes que aspiran a ingresar a una disciplina y los rasgos específicos de ésta. Para Bourdieu (2008) "el prestigio es aquello que define la posición en las jerarquías propiamente intelectuales o científicas" (p. 20). "La asignación del prestigio a las disciplinas refleja, asimismo, la apreciación que la sociedad tiene sobre las organizaciones académicas" (Grediaga, 2000, p. 77).

Por su parte, la profesión académica aporta otro ángulo explicativo en la definición de la elección universitaria de los estudiantes y sus familias. Las expectativas construidas por los estudiantes en torno a los estudios universitarios, decíamos, dependen del capital cultural que ellos poseen. De acuerdo con el volumen de dicho capital, las aspiraciones de los estudiantes se orientan hacia las profesiones académicas de acuerdo con la relevancia que ellas tienen en el espectro social más amplio. Este es el principio que explica las regularidades encontradas entre las poblaciones estudiantiles universitarias. En última instancia esta correspondencia es objetiva.

La tercera dimensión, referente a la posición que las disciplinas académicas ocupan dentro del campo universitario, en cierta forma articula a las dos dimensiones anteriores, pues con base en el prestigio y la relevancia social de las profesiones académicas es posible ubicarlas dentro de la estructura social que implica el conjunto de las disciplinas. Estas tres dimensiones constituyen la relación formulada en el problema de la investigación.

 

2.2. Los estudiantes en la Universidad Veracruzana

Establecimos la categoría de capital cultural como aquella que concentra un conjunto de rasgos observables en los estudiantes; sin embargo, esta noción ha de complementarse con otros rasgos de estos actores sociales. A menudo las investigaciones sobre los estudiantes parten de dos premisas generales: se trata de un conjunto de actores desconocidos, con diversas prácticas académicas, culturales y sociales (De Garay, 2004) que viven en la universidad procesos vinculados a otras esferas de su vida social, tales como su condición de jóvenes (Guzmán & Serrano, 2011; Weiss, 2012).

Los estudiantes en la UV cumplen buena parte de las características que la literatura ha referido en diversos resultados de investigación. Es decir, se trata de sujetos desconocidos que a menudo le plantean un reto a la institución en el sentido de saber quiénes son, de dónde vienen, dónde viven, qué intereses han construido en torno a esta casa de estudios (Chain & Jácome, 2007), así como el tipo de prácticas culturales que realizan (Molina, Casillas, Colorado & Ortega, 2012).

Otro rasgo importante de estos actores es su procedencia heterogénea. La UV es una institución de amplia diversidad estudiantil. Tan sólo en el área de humanidades es posible identificar estudiantes procedentes de más de 300 localidades distintas en el estado. Es decir, la población estudiantil se presenta como heterogénea en un conjunto amplio de rasgos, por lo que es posible encontrar diferentes conformaciones de capital cultural entre estos actores. En virtud de esa heterogeneidad, el quehacer investigativo puede sostenerse con base en preguntas acerca de los distintos tipos de habitus que esos estudiantes y familias han constituido a lo largo de su historia.

Al recuperar los elementos descritos en una perspectiva teórica y metodológica, enunciamos como hipótesis que la elección de las carreras del área de humanidades depende del nivel de capital cultural de los estudiantes y de la valoración social construida sobre la profesión académica y el prestigio de la misma, la cual, a su vez, es producto de la posición que cada disciplina guarda en el campo de la educación superior.

Esta hipótesis obedece al principio de que "los agentes sociales están insertos en la estructura de posiciones que dependen de su capital cultural y desarrollan estrategias que, en sí mismas, dependen en gran parte de esas posiciones, en los límites de sus disposiciones" (Bourdieu, 2003a, p. 82). Si esto es correcto, conviene formular dos preguntas de investigación, ¿cuál es el grado de correspondencia que se identifica entre los tipos de disciplina y los niveles de capital cultural que poseen los estudiantes al ingresar a la universidad?, es decir, ¿a qué tipo de disciplina ingresan quienes detentan un capital cultural "alto", "medio" o "bajo"?

 

3. Características generales de la investigación y de la población de estudio

Este artículo representa parte de los resultados obtenidos en un proyecto amplio sobre el estudio de las carreras de humanidades en la UV. Su objetivo principal consistió en correlacionar a la población de nuevo ingreso con las características de las disciplinas de esa área, así como observar cómo transcurre el primer año de estudios universitarios y la influencia que las disciplinas muestran en ese periodo. El artículo es el primero de dos reportes considerados para su publicación.

Fue un proyecto con predominancia cuantitativa, aunque también recurrimos a estrategias cualitativas. Utilizamos la encuesta y la entrevista como instrumentos de recogida de datos. A modo de seguimiento longitudinal, aplicamos una encuesta al conjunto de estudiantes al ingresar a las carreras de humanidades, y otra al concluir su primer año. Para el contenido de este artículo, utilizamos únicamente la información resultante de la primera encuesta. Asimismo, entrevistamos a 10 profesores pertenecientes a todas las disciplinas estudiadas, quienes aportaron información clave para describirlas y clasificarlas.

La encuesta se diseñó con 57 preguntas de matriz, las cuales nos dieron la posibilidad de aplicar la técnica de análisis factorial para conocer con precisión las relaciones propuestas en la hipótesis. Por su parte, la entrevista se desarrolló en el formato de entrevista abierta semidirigida, con la finalidad de orientar las preguntas básicas pero sin ofrecer una perspectiva cerrada de las posibles respuestas de los académicos.

El proyecto amplio exploró cinco temáticas específicas: el capital cultural con el que ingresan los estudiantes (temática central del presente artículo); la constitución de las plantas académicas; las expectativas construidas por los estudiantes en torno al estudio de la educación superior; las prácticas sociales, académicas y culturales de los estudiantes en su primer año de estudios y, finalmente, los procesos de integración a la universidad.

En buena medida, dedicamos el análisis a las disciplinas de humanidades porque en la UV constituyen un área distintiva en la institución. En el nivel nacional y dentro del conjunto de las universidades públicas del país, la UV tiene el segundo lugar entre las instituciones con mayor atención en su matrícula total respecto a esa área de conocimiento, pues atiende a 5,338 estudiantes, quienes representan el 9 por ciento del total de la matrícula en la UV, la cual es de 59, 711 estudiantes. Únicamente la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tiene una cobertura mayor.

Tradicionalmente, el área de humanidades se considera de predominio femenino. En el país, tan sólo en la última década, prácticamente no ha habido cambios en este sentido, pues en 2002, de los 81,057 estudiantes de dicha área, 34.4% eran hombres y 65.6% mujeres (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2002). Para 2011, de los 74,775 estudiantes existentes, hay un 39.6% de hombres y un 60.4% de mujeres (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior [ANUIES], 2011).

El área de humanidades de la UV cuenta con diversas disciplinas, expresadas mediante programas educativos (ver Tabla 1). Seleccionamos aquellas ofrecidas únicamente en la ciudad de Xalapa, con modalidad escolarizada y ubicadas en la Ex–Unidad de Humanidades. Esta selección obedece a que la investigación hizo un seguimiento de las interacciones sociales entre los estudiantes en el primer año de estudios.

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La población susceptible de análisis, entonces, fueron todos los estudiantes de nuevo ingreso a las carreras de humanidades de la UV, zona Xalapa, sistema escolarizado, generación agosto de 2011, los cuales sumaban 865 casos. Sin embargo, fue posible encuestar únicamente a 692 casos. Es decir, aun cuando nos propusimos un censo de la población estudiada, cubrimos un 80 por ciento del total. Consideramos que existe suficiente representación para hacer las inferencias sobre la base de un censo.

4. El modelo metodológico

El análisis de la relación entre el capital cultural de los estudiantes de nuevo ingreso y las carreras a las que ingresaron, estuvo sostenido por el empleo de un modelo metodológico con dos aproximaciones a la información empírica; por un lado, establecimos un conjunto de variables, orientadas a la construcción de un perfil de capital cultural. Por otro lado, clasificamos a cada una de las disciplinas objeto de nuestro estudio.

En el primer paso, las variables de capital cultural fueron agrupadas por cada dimensión del capital cultural (incorporado, objetivado e institucionalizado), y posteriormente utilizadas en su conjunto; la Tabla 2, resume las variables. Para establecer el perfil del capital cultural de ingreso, congruente con la teoría propuesta, en el modelo metodológico utilizamos la técnica de análisis factorial. Como se sabe, el análisis factorial "es comúnmente utilizado para explicar factores que pueden estar presentes en distintas pruebas, es una técnica de análisis multivariante. Tiene como principal objetivo identificar factores comunes" (Mahía, 2002, p. 2).

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Para obtener los niveles de capital cultural, clasificamos primero el número de componentes principales resultantes de la aplicación del análisis factorial. Esto nos permitió graduar al capital incorporado, objetivado e institucionalizado, por separado, en niveles "altos", "medios" y "bajos", según las desviaciones estándar resultantes. Posteriormente, cada uno de los tipos de capital fueron nuevamente procesados con la misma técnica para obtener un solo factor o componente principal, denominado capital cultural y clasificado en cuatro niveles: "alto", "medio alto", "medio bajo" y "bajo". Las operaciones de análisis se realizaron con el programa estadístico SPSS (Statistical Package for Social Sciences).

Una vez que obtuvimos la graduación final del perfil de ingreso, establecimos una caracterización de las disciplinas. Para ello, recuperamos los criterios utilizados por Becher sobre el tipo de producción del conocimiento y los métodos de investigación utilizados por las disciplinas bajo la idea de que la "naturaleza" epistemológica de cada una de ellas se corresponde con su forma específica de organización social y académica. Asimismo, se recuperaron las dimensiones de la disciplina (profesiones académicas, posibilidad de incorporación a un mercado de trabajo, obtención de prestigio y movilidad social según la posición de la disciplina en el campo universitario), como unidades de análisis para observar las expectativas de los estudiantes y el fenómeno de la elección de carrera.

 

5. El capital cultural de los estudiantes de nuevo ingreso a las disciplinas humanísticas

Para intentar una descripción ordenada, que recupere los referentes teóricos que hemos señalado, nos concentraremos en tres ejes: el primero muestra los distintos tipos y niveles de capital cultural que los estudiantes poseen, separándolos de acuerdo con el tipo de disciplina a la cual, según el esquema de Becher, ellos decidieron ingresar. El segundo eje presenta la posición que juegan las disciplinas académicas en el campo universitario, la cual observamos de acuerdo con un conjunto de datos, tales como las carreras que se ofrecen en el país, el tamaño de su matrícula, así como la dinámica de crecimiento que se observa en los últimos años tanto en el nivel nacional como en la UV. El tercer eje se refiere al prestigio de la profesión académica de cada disciplina, así como a las posibilidades que ofrecen las disciplinas en relación con su mercado de trabajo. Como se aprecia, los ejes siguen la lógica de las dimensiones de análisis ya descritas.

 

5.1 Tipos y niveles de capital cultural, según la unidad de análisis disciplinaria

En primera instancia, encontramos una asociación entre los niveles de capital cultural y las disciplinas académicas. Observemos el comportamiento del capital incorporado. Se trata de un capital integrado por los antecedentes familiares, así como por los procesos de socialización de la familia con otros agentes que forman parte de una misma estructura social y profesional. Según la Tabla 3, la población estudiantil que ingresa a humanidades se divide en dos tipos, quienes tienen capital incorporado "bajo" y quienes tienen capital "alto". Las subpoblaciones se matizan al introducir el criterio disciplinario.

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En efecto, la población se ordena en un modo diferente cuando se observa la disciplina a la cual ingresó. De esta forma, Letras Españolas, Antropología y Filosofía, todas ellas pertenecientes al cuadrante blando puro, reclutaron en mayor porcentaje a estudiantes con un nivel "alto". Por su parte, Lengua Francesa, perteneciente a un cuadrante blando aplicado, tiene a la mitad de sus estudiantes en el nivel "alto", pero a un 41.7% en "bajo". A partir de ahí, todas las disciplinas, dos blandas puras y dos blandas aplicadas, tienen a la mayoría de sus estudiantes en los niveles "medios" y "bajos".

Pasemos ahora a observar el capital objetivado, caracterizado por la posesión de bienes y recursos traducidos en condiciones favorables para estudiar una carrera, esa materialidad capaz de explicar la diferencia entre el desempeño académico de una población estudiantil. No es casual que algunas investigaciones analicen la importancia de los recursos tecnológicos en casa, los objetos de bienestar, así como los relativos a los estudios universitarios. (Astin, 1997; De Garay, 2004; Torenbeek, Jansen & Hofman, 2010).

Según la Tabla 4, esta población se comporta diferente a la del capital incorporado. Aquí, hay una distribución equitativa entre los tres niveles respecto a los recursos necesarios para estudiar una carrera. Este ángulo del capital cultural muestra la diferencia entre analizar a los estudiantes desde los antecedentes profesionales de sus familias y hacerlo desde la posesión de bienes materiales. Al poner en juego el criterio disciplinario apreciamos un nuevo ordenamiento de los datos.

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Las disciplinas que captaron más estudiantes con capital objetivado "alto" fueron Antropología, Letras Españolas y Lengua Francesa; es decir, dos pertenecientes al cuadrante blando puro y una al blando aplicado. Asimismo, hay mayor similitud en cuanto a la posesión de capital objetivado en todas las disciplinas. Filosofía, Pedagogía e Historia reclutaron el mayor porcentaje de estudiantes con capital objetivado "bajo".

El último ángulo del capital cultural, el institucionalizado, puede observarse como un seguimiento a las trayectorias estudiantiles, los tipos de instituciones por las que ellos han transitado, los certificados obtenidos en ellas, así como los desempeños académicos mostrados. Según la Tabla 5, la distribución de la población estudiantil en su totalidad toma una forma nueva. En principio, la mayor parte de la población se ubicó en el nivel "medio", lo cual nos llevó a dividirlo en "medio alto" y "medio bajo". Si sumamos las condiciones "altas", tenemos que del total de estudiantes, 55.6% se concentra ahí, mientras que el resto se orienta hacia los niveles "bajos". Es decir, el capital institucionalizado nos muestra que también existen ciertos rasgos homogéneos en los estudiantes cuando se los observa sin introducir a la disciplina como unidad de análisis; sin embargo, cuando incorporamos el criterio disciplinario la configuración adquiere una orientación nueva.

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Con el capital institucionalizado, según las disciplinas, tenemos un nuevo patrón de comportamiento. Letras Españolas vuelve a representar el mayor número de estudiantes con niveles de capital "alto", pues si sumamos la condición "alto" con la "medio alto" encontramos a tres cuartas partes de ellos ubicados ahí; sin embargo, las tres disciplinas siguientes con mejores proporciones son las pertenecientes al cuadrante aplicado. De esta forma, Lengua Inglesa, Lengua Francesa y Pedagogía, tienen a más de la mitad de sus estudiantes reclutados reportando una trayectoria institucional de "media" a "alta".

Finalmente, llegamos así a la construcción más elaborada de capital cultural, la cual agrupa todas las variables tomadas en cuenta para clasificar a los estudiantes de nuevo ingreso. El primer rasgo que llama la atención es la distribución de la población en términos generales. De esta forma, advertimos que los estudiantes de humanidades pueden clasificarse en cuatro diferentes niveles o grupos según el capital cultural que poseen. Estos grupos son equitativos porcentualmente hablando.

Pero como ha ocurrido a lo largo de este primer eje, al introducir a la disciplina como unidad de análisis, las distribuciones se ordenan en un modo distinto (Tabla 6).

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Letras Españolas, Antropología y Lengua Francesa, dos disciplinas blandas puras y una blanda aplicada reclutan a los estudiantes con mayor nivel de capital cultural. Si sumamos la condición "medio alto" con "alto" observamos que ubican ahí a dos terceras partes de su población. En un siguiente grupo, aparecen aquellas disciplinas con poco más de la mitad de sus estudiantes reclutados en los dos niveles "altos" de capital cultural, condición que le corresponde a Lengua Inglesa y Filosofía; es decir, una disciplina blanda pura y una blanda aplicada. Un tercer grupo contiene a las disciplinas donde predominan los estudiantes admitidos con capital cultural "bajo", tales como son Historia, Sociología y Pedagogía. Es decir, dos disciplinas blandas puras y una blanda aplicada.

 

5.2. La posición de las disciplinas en el campo universitario

Como eje constitutivo del problema de investigación, la posición que detentan las disciplinas dentro del campo universitario refleja si ellas juegan un rol dominante en el conjunto de las instituciones del país. Cierto es que el área humanística, como ya se describió, no suele ser una de las que mayor matrícula concentran en comparación con otras áreas académicas; sin embargo, si seguimos con detenimiento a cada una de las disciplinas bajo estudio encontramos diferencias entre ellas.

Con relación a algunas variables tales como el tamaño de la matrícula, la diversificación de programas educativos que se desprenden de cada disciplina, así como la dinámica de crecimiento que ellas han experimentado, las disciplinas muestran panoramas diferentes. Tomando como referencia la Tabla 7,1 analizaremos sus rasgos.

Aun cuando la relación entre las disciplinas (según el cuadrante al que pertenecen) y el tamaño de la matrícula no es totalmente proporcional, aquellas que tienen un carácter puro, suelen concentrar una matrícula pequeña, mientras que las blandas aplicadas una matrícula de mayores dimensiones. Filosofía y Sociología, tanto en el país como en la propia UV, tienen un bajo número de estudiantes. Por su parte, Pedagogía y Lengua Inglesa son las disciplinas que en relación al conjunto estudiado tienen mayor matrícula tanto en el país como en la UV. Ambas se ubican en el cuadrante blando aplicado del modelo becheriano. El resto de las disciplinas presentan una dinámica en la UV y otra en el país. Antropología tiene una matrícula pequeña a nivel nacional, pero es la tercera más grande en la Veracruzana. En los casos de Historia y Lengua y Literatura Hispánicas, la matrícula en el país es importante en el conjunto de las disciplinas humanísticas, pero pequeña en la UV. Finalmente, en Lengua Francesa, de condición blanda aplicada, la población estudiantil es muy baja.

En lo referente a la diversificación de programas educativos asociados a las disciplinas, observamos que, en el país, las comunidades académicas de Lengua y Literatura Hispánicas han establecido como oferta académica trece programas diferentes, mientras que Filosofía, Sociología e Historia, únicamente tres o cuatro programas; es decir, con excepción de la primera, las otras disciplinas ubicadas en el cuadrante blando puro, han tenido relativamente poca diversificación. En cambio, Pedagogía y Lengua Inglesa, blandas aplicadas, han alcanzado una oferta mayor a lo largo de la última década. En el caso de Lengua Francesa, pocos son los programas educativos en los que se expresa, mientras que en Antropología la dinámica advertida en el país es de una alta diversificación.

Finalmente, en lo relativo al género, se observa que tanto en el país como en la propia UV, hay un predominio del género femenino; sin embargo, en Filosofía e Historia aparecen rasgos distintos. Filosofía ha tenido tanto en el país como en la institución un predominio del género masculino; mientras que Historia redistribuyó su población en la última década en el país, pues pasó de un predominio femenino a uno masculino; en la UV, su matrícula aparece más inclinada hacia el lado masculino. Ambas disciplinas comparten su ubicación en el cuadrante blando puro.

El hecho de que la mayoría de los estudiantes del área de humanidades sean del género femenino, convierte a esta área en un contexto particular de estudios sociológicos. Como opina Bourdieu (2003b), las restricciones de la elección de carrera están mediadas por el género de quienes aspiran a ingresar a los estudios universitarios.

 

5.3. La profesión académica y el prestigio de la disciplina

Este tercer eje nos aporta otros referentes para abordar la relación que hemos planteado en el problema de la investigación. No se constituye a partir de los "datos duros" presentados hasta ahora, sino que toma como punto de partida la "naturaleza" de la disciplina y la representación social que en el campo universitario se ha hecho sobre cada una de ellas. Es, por así decirlo, el contexto donde se ponen en correspondencia las premisas epistemológicas y los procesos sociales en torno a las disciplinas.

La estructura de este eje parte de la conceptualización de cada una de las disciplinas bajo estudio, la ubicación que guardan en el cuadrante becheriano según la orientación teórica y las especialidades que predominan en ellas en tanto carreras de la UV. Asimismo, se recuperan las opiniones de los profesores, quienes a través de las entrevistas nos dieron sus puntos de vista acerca de cuál es la asignación de prestigio que subyace en torno a la profesión académica, y cuáles son los tipos de estudiantes que normalmente aspiran a ingresar a ellas. En este eje describimos la relación entre los rasgos de los estudiantes como agentes sociales y los rasgos de las disciplinas según la relevancia social que poseen.

Lengua y Literatura Hispánicas se ubica en el cuadrante blando puro, pues en la UV su orientación tiende mayormente a la teoría. Suele apreciarse como una disciplina con altos niveles de prestigio. Si bien en el contexto profesional define a la docencia como una posibilidad de incorporación al mercado de trabajo, sobre todo en la enseñanza del español, tienen una presencia importante: el campo de la traducción, las editoriales y las agencias informativas nacionales e internacionales. La investigación literaria no aparece en las representaciones construidas por los estudiantes sobre ella, sin embargo, es una opción.

En las entrevistas realizadas a los profesores de esta disciplina, ellos identifican que hay un espectro muy amplio de estudiantes que aspiran a ingresar a Lengua y Literatura Hispánicas. Por una parte, hay un tipo de estudiante de la ciudad de Xalapa, "culto", que maneja inglés y a veces el francés, que ha viajado, tiene computadora y se mueve muy bien por internet, es cinéfilo y es un lector "refinado", que tiene lecturas sobre escritores clásicos. Otro tipo de estudiante tiene un origen distinto en términos geográficos, provienen de Chiapas, Tabasco, entre otros estados, pero sobre todo pueden venir del DF, pueden ser rechazados de la UNAM o bien quieren salirse de la gran ciudad. Un tercer perfil es el del estudiante que quiere ser escritor, es el que predomina. En este perfil podemos encontrar a quienes están interesados por las humanidades, se inclinan por la música, la pintura, la lectura, aunque también dentro de ellos se pueden identificar quienes se inclinan por escribir en el ámbito del periodismo, es decir, algo no tan "creativo", sino más de análisis, ensayo, entre otros géneros. Finalmente, en un porcentaje menor, ingresa un tipo de estudiante que piensa que Letras es fácil, ha leído muy poco y piensa que puede ser escritor también. Aunque de este último grupo hay quien se transforma en el camino, es un perfil inadecuado en términos generales. Asimismo, los profesores opinan que se trata de una disciplina con un nivel de prestigio alto, asignado tanto por quienes ahí laboran como por quienes aspiran a su ingreso.

Respecto de Filosofía como disciplina, tenemos que comparte con Letras su condición de disciplina blanda pura en el modelo de Becher. En la UV, al igual que en el país, su orientación se da hacia el análisis de los textos filosóficos, lo cual requiere de un nivel de abstracción propio de este tipo de conocimiento. Para algunos autores como Dogan y Pahre (1991), la principal característica de la filosofía es su inevitable nivel de fragmentación. Tan solo entre sus fragmentos principales, pueden encontrarse a "la lógica, la historia de la filosofía, la ética y la teoría de los valores, la metafísica y la epistemología" (pp. 106–107). Filosofía puede entrar en contacto con cualquiera disciplina desde múltiples ángulos del conocimiento.

En el caso de Filosofía, desde la perspectiva profesional, a menudo se considera como una disciplina con un campo laboral de menor amplitud que otras disciplinas humanísticas. Sin embargo, es precisamente gracias a su condición de disciplina abstracta que permite la incorporación a diversos campos de trabajo, que van desde la docencia (sobre todo en Filosofía) hasta la investigación. En la percepción de los profesores entrevistados, en resumen, se considera que Filosofía recibe generalmente a dos tipos de estudiante, por un lado, quienes tienen ya la base de la historia de la filosofía, han leído a autores como Platón y Aristóteles con cierta formalidad, lo que les facilita mucho la primera parte de la carrera; un segundo tipo es el de los estudiantes que no tienen mucha claridad sobre lo que es la filosofía, incluso después de un año, algunos de ellos pueden preguntarse cuáles son los objetivos de esta carrera. Por otro lado, en el discurso de los profesores se piensa que la valoración como disciplina de prestigio es algo que puede concebirse entre quienes están dentro de ella, sin embargo, no ocurre lo mismo entre quienes aspiran a su ingreso; es decir, los estudiantes no le asignan una condición de prestigio social y profesional.

La tercera disciplina que estudiamos es Sociología. Según sus características generales, su ubicación en el modelo becheriano puede concretarse en el cuadrante blando puro, pues en la UV su orientación se da mayormente hacia la teoría. Si bien algunas disciplinas como Filosofía y Lengua y Literatura Hispánicas se consideran como parte de las humanidades, Sociología se orienta más al terreno de las ciencias sociales.

Se trata de una disciplina con un alto nivel de "evolución", pues actualmente se pueden reconocer más de 15 orientaciones distintas de la sociología si atendemos a las especialidades que de ella derivan. Según Dogan y Pahre (1991), "nadie habla hoy de sociología general, salvo por razones administrativas o de enseñanza" (p. 127). El nivel de comunicación que puede establecer la sociología con otras disciplinas depende del tipo de especialidad donde se ubique.

Desde la perspectiva profesional, se considera que Sociología tiene un campo de acción que va desde la investigación hasta la docencia, pasando por espacios de participación en asociaciones civiles o en organizaciones sociales de distinto orden.

En la percepción de los profesores entrevistados, Sociología suele ser una disciplina a la que deciden ingresar dos tipos de estudiante; por un lado, quienes piensan que la carrera asegura la posibilidad de ingresar a la UV, puesto que es una carrera con relativa poca demanda si se pone en relación con otras; el otro tipo de estudiantes tiene mayor nivel de compromiso, cierta preocupación por los problemas sociales y políticos. Estos estudiante perciben a la disciplina como una opción para obtener recursos teóricos sobre los cuales elevar su nivel de participación respecto de diversos fenómenos sociales. Mientras este segundo grupo suele tener mayor nivel de lectura y ha tenido alguna aproximación a los autores considerados como clásicos dentro de la sociología, el primer grupo tiende a experimentar un poco en la carrera con la finalidad de valorar si le conviene permanecer en ella o no. Sociología es una de las carreras con mayor índice de "transferencia institucional" (traslados a otras carreras). En las cuestiones relativas al prestigio, los profesores entrevistados consideran que éste no es el factor clave que define el ingreso de los estudiantes a Sociología. El prestigio es algo que va lográndose en la medida en que se definen las trayectorias y los desempeños de los estudiantes a lo largo de la carrera.

Otra disciplina de nuestro interés es Historia. Comparte con Lengua y Literatura Hispánicas, Filosofía y Sociología su ubicación en el cuadrante blando puro. En la UV, como en el resto de las instituciones del país, es una disciplina con orientación predominantemente teórica. Es una disciplina muy fragmentada, lo que ha resultado en la existencia de métodos tan diversos como especialidades que han derivado de ella. Por su nivel de construcción de conocimiento, puede entrar en contacto con cualquier otra disciplina, y ubicarse tanto dentro de las ciencias sociales como de las humanidades.

En cuanto a la profesión, en Historia uno de los campos de acción más representativos es la docencia. La investigación permite incorporarse a un campo laboral pero no en lo inmediato. Según su plan de estudios, las dependencias gubernamentales (municipales y estatales como bibliotecas, archivos, museos, empresas editoriales, entre otras) son un campo propicio para el ingreso al mercado de trabajo.

Con relación a la percepción que en general los profesores manifestaron en sus entrevistas, hay dos tipos de estudiante, por un lado se encuentran quienes tienen claro qué es la historia y tienen "vocación" por estudiar esta disciplina, mientras que, por otro lado, se encuentran quienes ingresan para "experimentar" qué es la disciplina. En el primer grupo pueden encontrarse casos de estudiantes quienes cuentan con lecturas hechas en torno a algunos autores considerados como clásicos dentro de la historia. El segundo grupo es el más grande, no tiene muy clara la expectativa de estudiar historia; ellos consideran que historia es fácil, en tanto no se cursan materias como matemáticas u otras de alta dificultad. El nivel cultural y socioeconómico de los estudiantes en general es "medio bajo". En cuanto al prestigio, los profesores identifican que, por un lado, están quienes ingresan a la carrera considerando a la historia como una profesión de prestigio; por otro, quienes ingresan con la mira de irse a otra carrera dentro del área de las humanidades.

En lo referente a Antropología, una de sus características es su alto nivel de fragmentación en distintas especialidades. Pertenece a las disciplinas consideradas como ciencias sociales en el cuadrante blando puro. No obstante, algunas especialidades de la Antropología pueden ubicarse en el cuadrante blando aplicado. Pertenece al área de las ciencias sociales. En la UV, esta disciplina se divide en cuatro programas educativos, dos tendrían mayor orientación al cuadrante blando puro, como es el caso de Antropología Histórica y Antropología Lingüística, y dos hacia el cuadrante blando aplicado, como es Antropología Social y Arqueología.

Con relación a su campo profesional, en Antropología se considera posible incursionar en el ámbito de la investigación, los organismos internacionales, la docencia, las instituciones de gobierno, las instituciones privadas, las relaciones exteriores, los museos, las casas de cultura, los espacios de difusión cultural y la participación en ONG.

Con relación a los estudiantes que aspiran al ingreso a Antropología, hay una diversidad de orígenes sociales, culturales y geográficos; es posible encontrar estudiantes que provienen de regiones indígenas propias de estados tales como Chiapas, Oaxaca y desde luego Veracruz. La diversidad estudiantil también se observa en los niveles socioeconómicos de las familias de las cuales proceden. Antropología es una disciplina que eligen tanto estudiantes con un alto nivel socioeconómico, como con uno muy bajo. Por otra parte, hasta antes de la división de Antropología en cuatro programas educativos, ésta solía ser seleccionada por estudiantes cuyos intereses estaban en otras carreras. A partir de la definición de los nuevos programas educativos, disminuyó este fenómeno.

Finalmente, hay otro tipo de estudiante que tiene muy claro su interés por elegir alguno de los programas educativos de Antropología, y sus expectativas se orientan hacia una carrera crítica y muy reflexiva. En el discurso de los profesores entrevistados, se considera que Antropología es una carrera de alto prestigio como disciplina y como profesión académica.

En lo tocante a Lengua Francesa, se trata de una disciplina blanda aplicada. En la UV, desde la perspectiva de la profesión y de acuerdo con su plan de estudios, existe la posibilidad de ingresar al campo de la cultura, las relaciones internacionales, la comunicación, la traducción, el turismo, la interpretación y la didáctica. Sin embargo, tanto la docencia como la traducción son dos grandes ámbitos que permean el discurso de esta disciplina, razón por la cual su ubicación se orienta mayormente al cuadrante aplicado.

En la percepción del profesorado, aspiran a ingresar a Lengua Francesa estudiantes de un perfil diverso. Un primer tipo es el de aquellos que tienen conocimientos previos del francés, dominio de la lengua e interés en el conocimiento de la cultura y otros aspectos de la lengua. Es el perfil más conveniente para la carrera, pues son los estudiantes que la concluyen. El segundo tipo ingresa a Lengua Francesa como una vía para incorporarse a la UV, pero buscan otras carreras como Pedagogía o Lengua Inglesa; es muy probable que ellos abandonen la carrera. Un tercer tipo es el de los estudiantes que proceden de zonas rurales o semirurales, aunque no son la mayoría. Ellos enfrentan la problemática de no contar en sus localidades con la infraestructura que existe en Xalapa, en términos de bibliotecas y otros recursos, pero suelen ser estudiantes con gran interés por el francés. Los profesores entrevistados opinan, asimismo, que Lengua Francesa es una disciplina preocupada por la enseñanza de la lengua y por los aspectos relativos a la cultura; en ese sentido, tiene asignado un alto prestigio como profesión.

Con referencia a Lengua Inglesa, se coloca en el cuadrante blando aplicado. En su perspectiva profesional, dentro de la UV, el campo de trabajo es muy parecido al de Lengua Francesa, donde la docencia y en menor medida la traducción tienen mayor peso como posibilidad de incorporación al mercado de trabajo.

Con relación al tipo de estudiante que Lengua Inglesa recibe, en general puede observarse que muchos de ellos tienen pocas expectativas sobre la carrera, algunos no tienen idea de cuáles son las posibilidades que ofrece estudiar una carrera de este tipo, la cual en cierta medida ha estado muy centrada en la enseñanza del idioma y dejando de lado las cuestiones relativas a la cultura, a la lingüística, entre otros temas. Por otra parte, hay también quienes tienen claridad o algún interés particular sobre la carrera. Son pocos, pero tienen muy identificada su inclinación por el estudio del inglés. De alguna forma tienen asociado el estudio del inglés con la posibilidad de entrar en contacto con la cultura internacional. No obstante, por la lógica del plan de estudios, las experiencias educativas de inglés representan los cursos más relevantes, y los exámenes estandarizados uno de los propósitos centrales sobre todo en el primer año. Asimismo, los profesores opinan que el prestigio de esta disciplina no es algo que defina la elección de la misma.

La última disciplina de nuestro estudio, Pedagogía, también se ubica en el cuadrante blando aplicado. En la UV se trata de una disciplina que representa a esta categoría en tanto buena parte de sus objetos de estudio giran alrededor de conocimientos, teorías y métodos producidos desde otras áreas del conocimiento.

Una definición clásica de pedagogía fue formulada por Durkheim al inicio del siglo pasado. Para este autor, la pedagogía es una teoría práctica. "No estudia científicamente los sistemas de educación pero reflexiona sobre ellos a fin de proporcionar a la actividad del educador unas cuantas ideas que la puedan dirigir" (Durkheim, 1976, p. 95).

A la pedagogía no se le puede atribuir el carácter de ciencia pero tampoco se puede reducir su acción a una categoría de arte. Se trata de un conjunto de "teorías prácticas", aunque denominarla así implica eludir el hecho de que cualquier teoría está fundamentada en nociones propias de alguna ciencia. Las tres ciencias de las cuales la pedagogía necesita tomar determinados postulados, métodos y conceptos básicos son la historia, la sociología y la psicología.

En el país, Pedagogía es una de las disciplinas del área humanística con un amplio número de programas educativos mediante los cuales se imparte. De hecho, comparte con los programas de Ciencias de la Educación su representación como disciplina cuyo objeto de estudio son las cuestiones relativas (aunque no exclusivas) a la educación.

Dentro de la acción institucional, pedagogía en Xalapa se distingue por ser una disciplina donde la figura magisterial representa "el polo de atracción" de quienes aspiran a su ingreso, aunque su plan de estudios propone como ámbito laboral las instituciones públicas o privadas, la orientación vocacional, la educación continua, la capacitación de personal y la alfabetización. Se trata asimismo de una disciplina con altas posibilidades de ingresar al mercado de trabajo y con un margen de movilidad social, en virtud del amplio y complejo campo que representa el magisterio.

Finalmente, a decir de los profesores entrevistados hay tres tipos de estudiantes que normalmente ingresan a Pedagogía, aquellos con un capital cultural "bajo" o "medio bajo", quienes en buena medida aspiran a la carrera docente como una de las posibilidades profesionales de mayor relevancia social. Por otro lado, se encuentran quienes tienen antecedentes familiares cuyas profesiones están relacionadas con la carrera docente (padre, madre, tíos, etc.). Y finalmente, existen aquellos quienes van construyendo la expectativa de ingreso a una profesión que permite no sólo la docencia como vía de ingreso al mercado de trabajo, sino también a la orientación educativa como una alternativa importante. Muchos de estos estudiantes están interesados en las áreas de la psicología, sin embargo, es en pedagogía donde encuentran mayor "acomodo" dado que aquí es más clara la relación entre docencia y orientación educativa. Los profesores entrevistados opinan también que más que buscar un prestigio en la carrera, los estudiantes se inclinan hacia ella porque visualizan la posibilidad de incorporarse tempranamente al campo de trabajo, casi siempre mediante la docencia.

 

Conclusiones

Las tres dimensiones de análisis descritas a lo largo del trabajo nos permitieron verificar las relaciones planteadas en el problema de investigación y en la hipótesis. Cada dimensión arrojó un conjunto de datos para establecer las conclusiones a las cuales hemos arribado.

Encontramos una correspondencia entre el capital cultural y el tipo de disciplina, según el cuadrante becheriano. Sin embargo, esta relación no se dio con la misma fuerza en cada uno de los tipos de capital; es decir, cada ángulo del mismo tiene una relación específica con las expectativas sociales y profesionales construidas por los estudiantes en referencia a una disciplina determinada.

Las correspondencias halladas, no obstante, muestran que el planteamiento recuperado en la sociología de Bourdieu ha sido útil al explorar una relación entre los agentes sociales y el campo al cual ellos pertenecen. Como señalamos en el punto de partida analítico, en el campo universitario las disciplinas ofrecen rasgos particulares que funcionan como posiciones o lugares específicos hacia los cuales los agentes aspiran a llegar. Es el principio de la estructura del campo, el cual está constituido por posiciones objetivas "atractivas" para determinados ocupantes.

Esa atracción se manifiesta a través de las expectativas que los agentes sociales construyen y que son el resultado del capital cultural que ellos poseen. Debido a ello, el planteamiento de este artículo tomó como uno de sus ejes centrales la exploración del capital cultural del conjunto de estudiantes que ingresaron al área de humanidades, entendiendo que dicha área representa a un campo específico, el campo universitario, mientras que los estudiantes representan a los agentes sociales, quienes formulan aspiraciones respecto de aquél.

En el primer tipo de capital cultural, el incorporado, encontramos que Lengua y Literatura Hispánicas, Antropología y Filosofía reclutaron el mayor porcentaje de estudiantes con un capital "alto". Al mismo tiempo, las dos primeras tienen asociado un alto prestigio social desde la percepción que sus académicos reportaron en las entrevistas. Este grupo comparte también la idea de una perspectiva profesional (ingreso al mercado de trabajo) menos definida que otras disciplinas. Pero sin duda, el rasgo que las articula es que pertenecen al cuadrante blando puro (aunque algunas especialidades de Antropología pueden pertenecer también al blando aplicado) en el esquema Becheriano.

También puede identificarse un segundo grupo de disciplinas, por el hecho de que sus estudiantes tienen niveles más "bajos" de capital incorporado, tales como Sociología, Historia, Lengua Inglesa y Pedagogía. En estas disciplinas los académicos reportaron que no es el prestigio de la disciplina lo que llama la atención de los estudiantes, sino un conjunto muy diverso de situaciones, que van desde la posibilidad que ofrecen algunas para ingresar a la UV, como ocurre con Historia y Sociología, hasta la posibilidad de encontrar un trabajo con mayor probabilidad que otras carreras, sobre todo en la docencia como ocurre con Pedagogía, donde un alto porcentaje de estudiantes buscaron ingresar a la Normal Veracruzana como primera opción de estudio. En este grupo, dos disciplinas pertenecen al cuadrante aplicado y dos al puro.

Por las relaciones encontradas en las disciplinas y las características que guardan, podemos concluir que existe un patrón: entre mayor es el nivel de prestigio profesional de las disciplinas, éstas tienden a seleccionar estudiantes con capital incorporado "alto", pero en la medida en que las disciplinas tienen más definido su mercado de trabajo, esta relación se orienta en el sentido contrario. Es decir, el sentido práctico de los estudiantes, en tanto resultado del habitus que ellos han desarrollado como agentes sociales, está construido sobre las nociones de prestigio y de trabajo, las cuales aparecen como categorías opuestas.

Con respecto al capital objetivado, los datos mostraron otro nivel de relación entre las disciplinas y los estudiantes que admiten. Antropología, Lengua Francesa y Letras, tienen a la mayoría de estudiantes en el nivel "alto". Son, por así decirlo, las que reclutaron a los estudiantes con mayor nivel económico. Por su parte, las que reclutaron a los estudiantes con menor nivel económico fueron Filosofía, Sociología, Historia y Pedagogía. Por la forma en que se constituyeron los grupos, en el capital objetivado no hay una correspondencia entre los cuadrantes becherianos y los niveles "altos" o "bajos" de este tipo de capital. Sin embargo, en términos generales, en las primeras tres disciplinas sus comunidades académicas asignaron un importante prestigio académico, social y profesional, mientras que en el resto se valoró en otra forma la asignación de prestigio, otorgándole un peso menor.

Con el capital objetivado se difuminan asimismo las correspondencias entre la perspectiva laboral de las disciplinas y los niveles de capital presentados por los estudiantes. Es decir, la posesión de bienes por sí sola no explica la asociación entre la construcción de expectativas y los rasgos de las carreras. Esto se ilustra con el caso de Filosofía, cuyo capital objetivado fue el más "bajo" del conjunto, pero al mismo tiempo uno de los más "altos" en el capital incorporado; es decir, en esta disciplina una buena parte de los estudiantes tienen referencias familiares con estudios y profesiones universitarias, pero no cuentan con un nivel socioeconómico de las mismas dimensiones.

Con respecto al capital cultural institucionalizado, si se suman los niveles "medio alto" y "alto", un primer grupo se forma con las disciplinas de Pedagogía, Lengua Inglesa, Lengua Francesa y Lengua y Literatura Hispánicas, es decir, con excepción de ésta última todas pertenecen al cuadrante blando aplicado. Asimismo, predomina en las primeras tres una baja asignación de prestigio por parte de las comunidades académicas entrevistadas. El perfil de este grupo se complementa con la perspectiva laboral que ellas ofrecen. Como vimos en la caracterización de cada disciplina, Pedagogía, Lengua Inglesa y Lengua Francesa, tienen a la docencia como una actividad central para incorporarse al mercado de trabajo, mientras el resto de las disciplinas tiene a la docencia como una de varias opciones.

Un segundo grupo lo constituyen las disciplinas de Sociología, Filosofía, Antropología e Historia. La principal característica de ellas es que la mayoría de los estudiantes se ubican en los niveles "bajos" de capital cultural institucionalizado. Pero al mismo tiempo, las articula el hecho de que en su mayoría pertenecen al cuadrante blando puro.

Por las relaciones observadas en el capital institucionalizado, podemos concluir que en este caso existe otro patrón de comportamiento: las disciplinas que tienen mayor definición de su mercado de trabajo y que se incorporaron en el cuadrante blando aplicado, son al mismo tiempo las que atraen la atención de estudiantes con trayectorias escolares regulares, en buena medida por la necesidad de estas poblaciones de incorporarse lo más tempranamente posible al ámbito laboral. Asimismo, las disciplinas que tienen una menor definición de su mercado profesional, atraen a los estudiantes cuyas trayectorias escolares son menos regulares (menor continuidad en los estudios, promedios bajos o medios en el bachillerato y en el examen de Ceneval, entre otras variables constitutivas del capital institucionalizado). La asignación de prestigio, deja de ser en este tipo de capital un elemento explicativo.

En lo referente al capital cultural como la construcción final, se mostró la importancia de la disciplina como unidad de análisis para diferenciar al conjunto de los estudiantes de nuevo ingreso con una mirada más afinada. Cuando ellos son observados como población total se conforman cuatro grupos, pero vistos según la lente disciplinaria, cambia la configuración de dichos grupos.

Con el filtro de la disciplina se articulan entonces tres grupos según el capital cultural de los estudiantes. De esta forma, las disciplinas que reclutaron mayor población con niveles "altos" de capital cultural son Lengua y Literatura Hispánicas y Antropología, en las que más de un 60% de sus estudiantes se ubicó entre el nivel "medio alto" y el "alto". Es decir, de cada tres estudiantes dos tienen un capital cultural "alto".

Este grupo puede ubicarse en el cuadrante blando puro (como recordaremos Antropología tiene la posibilidad de ubicarse en dos cuadrantes). Otro rasgo que comparten es su alta asignación de prestigio por parte de sus académicos y por parte de quienes aspiran a ingresar a ellas. Del mismo modo, estas dos disciplinas comparten un predominio del género femenino tanto en el nivel nacional como en la propia UV.

La última cualidad encontrada en este grupo es que ambas han tenido una diversificación importante de su oferta de programas educativos asociados a la disciplina. Este rasgo, desde luego, está asociado a la "naturaleza" epistemológica de la disciplina, esto es, a las posibilidades de derivar diversos objetos de estudio y métodos de producción del conocimiento que ha desarrollado a lo largo de su historia.

Un segundo grupo está representado por Filosofía, Lengua Francesa y Lengua Inglesa, dos disciplinas ubicadas en el cuadrante aplicado y una en el blando puro. En ellas, se aprecia que la distribución de estudiantes según su capital cultural es muy equitativa entre los niveles que poseen. Puede decirse que en estas disciplinas por cada estudiante que reciben con capital "alto" admiten también uno de capital "bajo".

En este segundo grupo, se aprecia además que se trata de disciplinas con una asignación de prestigio más difuminada; no es tan alta como en los casos de Antropología y Lengua y Literatura Hispánicas. Asimismo, se trata de un grupo donde una de las disciplinas tiene un predominio del género masculino, el caso de Filosofía. En lo referente al tamaño de su matrícula y a las posibilidades que han encontrado en el contexto nacional, debemos señalar que en el caso de Filosofía y de Lengua Francesa, se trata de las que tienen menor matrícula del conjunto de disciplinas estudiadas, al mismo tiempo que no han experimentado procesos de diversificación importantes en su oferta académica. Por esta razón, podemos decir que se trata de disciplinas que no juegan una posición dominante dentro del campo universitario.

Un tercer grupo de disciplinas se define con los casos de Sociología, Historia y Pedagogía. En primera instancia, dos pertenecen al cuadrante blando puro y una al blando aplicado. La distribución que presentan sus estudiantes según el capital cultural que poseen, se orienta más hacia los niveles "bajos" que "altos". Puede concluirse que estas tres disciplinas resultan mayormente atractivas para poblaciones estudiantiles con capitales "medios bajos" y "bajos". Asimismo, la asignación de prestigio reportada por los académicos entrevistados no fue tan alta como en otras disciplinas.

Con respecto a la diversificación de los programas de estudio, en los casos de Sociología e Historia no se vislumbra este fenómeno, a pesar de que Sociología es una ciencia social que se ha dividido en un alto número de especialidades. Esto quiere decir que en estos dos casos no se refleja una posición dominante en el campo de las disciplinas universitarias. Con el caso de Pedagogía ocurre otra situación, su diversificación es una de las más altas y por el tamaño de la matrícula que ostenta tanto en el nivel nacional como en el institucional, puede decirse que juega otra posición en el campo. No obstante, sus discursos teóricos no tienen el alcance de los que se aprecian en las disciplinas histórica y sociológica.

Como hemos apreciado en este trabajo, los diferentes conceptos y las relaciones analíticas recuperadas entre ellos han proporcionado elementos suficientes para verificar las dimensiones planteadas en el problema de investigación y en la hipótesis. De esta forma, encontramos una relación que se presenta variable entre las características de las disciplinas y los niveles del capital cultural que los estudiantes poseen.

Las disciplinas como dimensiones que condensan un conjunto de variables constitutivas de los campos, se convierten así en los espacios objetivados que, mediante diversas expresiones, se definen como "polos de atracción" que se corresponden con la agencia social de los estudiantes.

La relación objetiva entre los agentes y el campo, planteada en la sociología de Bourdieu, abre el camino para un análisis de los habitus y el sentido práctico que los estudiantes y sus familias construyen en relación con las instituciones universitarias, a las cuales otorgan un uso social, la mayoría de las veces como una ruta para la obtención de un prestigio profesional, el acceso a un ámbito laboral o la posesión de un certificado, produciendo con ello los elementos constitutivos de un orden social previamente conformado.

 

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Notas

1. Los datos concentrados en la Tabla 7 son elaboraciones a partir de dos fuentes: Anuarios Estadísticos de ANUIES 2002 y 2011, e INEGI 2002 y 2011. Se trata de la matrícula total de licenciatura en los programas educativos de todas las modalidades de educación superior del régimen público afiliadas a la ANUIES, tales como universidades, institutos tecnológicos, universidades tecnológicas, centros de estudios superiores, institutos con programas de licenciatura. No se consideró a la Normal Veracruzana ni a los técnicos superiores universitarios.