Revista de Investigación Educativa 16
enero-junio, 2013

ISSN 1870-5308
Instituto de Investigaciones en Educación
Universidad Veracruzana
Xalapa, Ver., México

 

Rasgos de la evolución reciente de la Universidad Veracruzana

Dr. Miguel Angel Casillas Alvarado
Director General del Área Académica de Humanidades
Universidad Veracruzana, México
mcasillas@uv.mx

L.I. Amanda M. Aguilar García
Coordinadora Académica
Dirección General del Área Académica de Humanidades
Universidad Veracruzana, México
aaguilar@uv.mx

Recibido: 3 de julio de 2012 | Aceptado: 05 de noviembre de 2012

 

Presentación

Hace unos años publicamos en la Biblioteca Digital de Investigación Educativa (www.uv.mx/bdie) un libro sobre la historia de la Universidad Veracruzana (UV), llamado Aproximaciones al estudio histórico de la Universidad Veracruzana (Casillas & Suárez, 2008), donde hacemos una recapitulación del desarrollo universitario desde sus orígenes en 1944 hasta el año 2002. Ahí proponemos una periodización y analizamos los rasgos característicos de cada periodo:

La historia de los últimos diez años, la historia del tiempo presente (como gustaba llamar Pierre Nora, 1972, 1980, a su seminario en la École des Hautes Études en Sciences Sociales) es una asignatura pendiente que nos proponemos ir abordando. En este artículo buscamos destacar algunos de los cambios más significativos que han ocurrido en la Institución, con el objetivo de poner en evidencia su naturaleza y hacer observables algunos retos del desarrollo futuro.

Muchos son los cambios que han ocurrido en la Universidad en los últimos años, desde una importantísima modernización tecnológica, la mejora de los procesos de inscripción y seguimiento de las trayectorias estudiantiles, la evaluación y acreditación de la mayoría de los programas educativos tanto de licenciatura como de posgrado, el avance en la descentralización y fortalecimiento de las regiones, la creación de oficinas de Transparencia y de Defensoría de los derechos de los universitarios y la continuación de la reforma al modelo de enseñanza y desarrollado el Proyecto Aula; también se ha incrementado el número de institutos y centros de investigación, el número de programas de posgrado reconocidos en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC), y se han incrementado los fondos extraordinarios que captan los investigadores para hacer avanzar el conocimiento científico. Todo esto coloca a la UV como una universidad muy dinámica en sus transformaciones. Sin menoscabo de todo este esfuerzo, y más bien asociado a su fuente motora, el cambio más notable e importante es el que se refiere a su proceso de consolidación académica.

En efecto, como lo ha mencionado en múltiples ocasiones el Rector, Dr. Raúl Arias Lovillo (2005, 2012a, 2012b), la Universidad ha vivido un intenso proceso de academización. Se entiende por ello la elevación de los estándares de calidad académica de sus procesos educativos y de producción y distribución social del conocimiento. Sin embargo, se le llama proceso de academización, pues se trató de manera intencionada de modificar el rumbo institucional para hacer que la Universidad pasara de ser una institución centrada en la docencia (tradicionalista) de licenciatura a ser una universidad moderna: con un modelo de enseñanza renovado, licenciaturas y posgrados de calidad, y desarrollo de la investigación científica. Este proceso implica la conformación y consolidación de una universidad con una fuerte base pesada (Clark, 1983) fundada en la producción de conocimientos y orientada por los valores y referentes de quienes los producen: los científicos (Casillas, 1987).

Con objeto de hacer visible esta transformación, nos proponemos analizar algunos indicadores fundamentales que ponen en evidencia la intensidad del cambio. Revisaremos las siguientes variables:[1]

El análisis tiene tres niveles de estudio:

Revisar el número de profesores de tiempo completo permite hacer observable la evolución del personal académico profesionalizado, que conforma el sector institucional de plena dedicación y con el que cuenta la Institución para integrar sus cuerpos académicos.

El análisis de los grados académicos de los PTC nos permitirá reconocer cómo esta mutación académica institucional es resultado del esfuerzo y dedicación de sus académicos, quienes han mejorado sustancialmente sus niveles de habilitación. Nos importa destacar dos procesos muy importantes: por un lado, observar la reducción (y tendencia a su desaparición) de los profesores que sólo poseían licenciatura; y por otro, el notable incremento del número de profesores con doctorado. Es cierto (como ha insistido de manera reiterada Manuel Gil, 2000) que la sola obtención del doctorado en instituciones de baja calidad no garantiza una mejora en la calidad de lo que se enseña ni brinda las bases suficientes para hacer investigación, pero también es cierto que este indicador es clave para la consolidación de cualquier proyecto académico moderno y la base de habilitación para que los profesores también sean productores (y no sólo reproductores) del conocimiento. Veremos cómo han sido los procesos y los ritmos en que los académicos de la UV han culminado sus procesos de habilitación.

Analizamos también la evolución del número de profesores en el Programa de Mejoramiento del Personal Académico (PROMEP) dirigido por la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SES-SEP) del gobierno federal. Este programa tiene por objeto estimular las carreras académicas de los profesores que realizan estudios de posgrado, que se integran en cuerpos académicos, que hacen investigación, que colaboran y contribuyen con la gestión institucional. El PROMEP brinda apoyos económicos para estudios de posgrado, para hacer investigación y para la difusión de sus resultados. El PROMEP otorga como distinción el reconocimiento del perfil deseable, que implica un bien simbólico de prestigio académico y al mismo tiempo un beneficio económico a través de estímulos.

Finalmente, analizamos la evolución en el número de profesores en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), que dirigido por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y a través de la evaluación de la producción académica de los investigadores realizada por pares científicos de reconocido prestigio, otorga un conjunto de beneficios simbólicos, económicos y de poder académico a los investigadores que gozan de dicha distinción. En el medio académico nacional la pertenencia al SNI representa una de las mayores distinciones de prestigio y reconocimiento. Para el medio artístico, el referente es el Sistema Nacional de Creadores (SNC) que funciona básicamente bajo los mismos criterios que el SIN, pero para el reconocimiento de la producción en artes (Álvarez, Cházaro, De Ibarrola, Didou, Maldonado, Paradise, Remedi & Weiss, 2010; Didou & Gérard, 2010; Galaz, 2010; Gil, Galaz & Sevilla, 2010).

Evidentemente, la revisión de los indicadores seleccionados es insuficiente para reconocer todos los cambios que han ocurrido en la Universidad; tampoco su utilización en este artículo es suficiente para inferir las consecuencias que ha tenido su propia evolución, pero es indiscutible que los indicadores seleccionados son pertinentes para hacer observable la hipótesis que guía este trabajo, a saber, que la última década representa un cambio de rumbo institucional hacia la consolidación de su proyecto académico.

Nuestro trabajo propone tres niveles de análisis de estos indicadores; revisaremos los datos de lo general a lo particular, primero los datos de toda la institución (para hacer observables las tendencias generales del desarrollo universitario) y luego realizaremos un análisis detallado por Área académica y por Región, con lo cual podremos observar sus diferencias y características.

1. Una visión de conjunto

En este apartado revisaremos los indicadores a nivel de toda la Institución, con objeto de tener claras las tendencias generales que orientan a la UV y que conforman el marco de su evolución reciente.

1.1. Evolución de los profesores de tiempo completo

Al final de los años setenta se gestó la primera oleada de contrataciones de tiempo completo en la Universidad; esta tendencia continuó en los ochenta, aunque con menor dinamismo como efecto de las crisis económicas de esos años, que se vieron reeditadas en la década de los noventa. Es desde la segunda mitad de los años noventa cuando es visible un nuevo incremento en este tipo de contrataciones.

Entre 2001 y 2011 observamos un incremento notable en el número de profesores de tiempo completo (ver Figura 1), pues se incorporaron 450 nuevos PTC, lo que implica un enorme esfuerzo para la institución. Es cierto que un número importante de estos 450 nuevos PTC resulta de los procesos escalafonarios y de la presión sindical, pero en casi todos los casos se trata de aquellos profesores que han avanzado en la obtención de sus posgrados, con lo cual dan muestra de mérito académico. Otro número significativo se trata de nuevos académicos contratados por la Universidad vía los apoyos del PROMEP, el CONACYT (a través de los programas de retención y repatriación), o con la creación de nuevas plazas; pero en todos estos casos se cumple la condición de tener un alto grado de habilitación académica, haber estudiado su doctorado en instituciones de reconocido prestigio nacional e internacional, y estar en el SNI o en condiciones para postular con éxito.

El incremento en el número de profesores de tiempo completo es la base de la conformación de cuerpos académicos sólidos y duraderos; al mismo tiempo, es la condición básica de la profesionalización de la enseñanza y de la conformación de una carrera académica productiva. Son los PTC quienes tienen las condiciones laborales para hacer investigación y para diversificar su carga laboral combinando también la docencia con la gestión. Mucho del trabajo de tutorías y de la iniciación a la investigación con los estudiantes descansa en los PTC.

Frente a otras instituciones universitarias quizá el número de PTC de la UV todavía es bajo. Primero porque algunas nacieron prácticamente con una mayoría de PTC (la Universidad Autónoma Metropolitana [UAM], los Centros de investigación Conacyt, etc.); otras universidades públicas iniciaron antes y con mayores recursos las etapas de profesionalización (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla [BUAP], Universidad Autónoma de Nuevo León [UANL], Universidad de Guadalajara [UdeG] y otras). Sin embargo, para la UV, dada su génesis como una universidad de docencia y su evolución centrada en la licenciatura, el incremento vivido en la última década representa un parteaguas que marca claramente una tendencia hacia su consolidación académica.

Figura 1. Evolución del Número de PTC en la UV 2001-2011
Fuente: Secretaría de Educación Pública ([SEP], 2001).

1.2. Evolución de los grados académicos de los profesores

La profesión académica en México ha tenido características particulares; una de ellas deriva de su proceso histórico de conformación, que permitió que se fuera desarrollando con la contratación de profesores que no habían culminado sus procesos de habilitación: dada la génesis de la profesión académica en México, ésta se conformó con muchos profesores con licenciatura y con un escaso número de profesores con posgrado (Casillas, 1987, 2001; Gil, De Garay, Pérez, Grediaga, Rondero & Casillas, 1992; Gil, Grediaga, Pérez, Casillas, De Garay & Rondero, 1992; Grediaga, 1993, 2000, 2005; Grediga, Pérez, Casillas, Aguila & Rodríguez, 1993).

En la UV esta característica fue un sello originario. Durante años se favoreció la contratación de profesores con escasas credenciales académicas, y aunque desde los años ochenta se impulsó con fuerza que muchos profesores se fueran becados a realizar sus estudios de posgrado, lo cierto es que hasta que no se impulsaron las políticas nacionales orientadas a favorecer la obtención del doctorado, en la UV no se modificó esta tendencia.

La primera década del siglo XXI representa una ruptura histórica; es en este periodo cuando la UV desarrolla un viraje radical en sus políticas y logra invertir las proporciones entre los profesores que tenían o no un posgrado. El rasgo distintivo del periodo es el notable incremento de los grados de habilitación del profesorado de tiempo completo.

Figura 2. Evolución de los PTC por grado académico en la UV 2001-2011
Fuente: SEP (2001).

En el periodo no sólo hay más PTC sino que además éstos tienen cada vez mejores credenciales académicas. En la Figura 2, se observa cómo se ha invertido la proporción entre quienes tenían licenciatura y quienes ahora acreditan un posgrado. Todavía al principio del siglo la mayoría de los PTC poseían la licenciatura como grado máximo de estudios, mientras que diez años después, la mayoría posee un posgrado. Resaltemos dos datos: el número de profesores que tienen maestría, al menos se ha duplicado; y el número de académicos con doctorado se ha multiplicado por cinco.

El cambio institucional se observa cuando comparamos las cosas con diez años de distancia. Mientras que en 2001 el número de profesores con licenciatura representaba el 44% del total de los PTC, los que tenían maestría representaban la tercera parte y apenas el 10% tenía un doctorado; diez años después las cosas han cambiado significativamente: sólo 11% tiene grado de licenciatura, 43% tiene maestría y el 37% ya posee un doctorado. Más de la tercera parte de los PTC ya son doctores.

En términos absolutos observamos cómo en diez años la UV ha cambiado su perfil, pues entre 2001 y 2011 tiene 546 nuevos doctores. Este cambio radical es la base de la consolidación académica de la Universidad, pues el grado de doctorado es el que habilita a una persona para hacer investigación y producir nuevos conocimientos.

Sin embargo, habríamos de no confundir el indicador con la realidad (Galaz, 1998; Gil, De Garay, Grediaga, Pérez, Casillas & Rondero, 1992; Gil, Grediaga, Pérez & Casillas, 1991; Gil, Grediaga, Pérez, Rondero, Casillas & De Garay, 1994; Ibarra, 2001), pues algunos de estos nuevos doctores no siempre obtuvieron sus grados en instituciones de excelencia académica sino en el mercado privado de baja calidad, lo que no necesariamente resulta en una mejor habilitación, en una capacidad efectiva para realizar investigación de un modo autónomo ni en la actualización de sus conocimientos disciplinarios. Muchos, por el contrario, son egresados de instituciones de reconocido prestigio a nivel nacional e internacional, cuyos diplomas avalan sus capacidades y conocimientos para dirigir investigaciones y para ofrecer una enseñanza de alta calidad. Son éstos últimos los que generan el cambio sustantivo en el trabajo académico, quienes dirigen los cuerpos académicos, quienes están impulsando los posgrados, la obtención de fondos extraordinarios y son los autores de una intensa producción académica.

1.3. Los académicos reconocidos por el PROMEP y el SNI/SNC

Un indicador clave en la consolidación de un proyecto académico universitario es el que resulta de la evaluación de sus profesores por pares externos. Así, tanto el PROMEP como el SNI o el SNC son referentes de reconocimiento y valoración de nuestros académicos. Ambos programas toman en cuenta la productividad de los académicos y su ponderación, la valoran en función de su originalidad, su rigurosidad, su trascendencia e impacto tanto científico como social.

Como podemos observar en la Figura 3, la evolución reciente de la UV es notable. Primero porque la base de la cual parte al iniciar el siglo XXI era significativamente baja, esto se explica por el pasado y por la escasa producción que tenían sus académicos; habla del retraso con el que la UV llegó a la implementación de las políticas nacionales de diferenciación (Casillas, 1997) y del necesario tránsito por el posgrado que tuvieron que vivir muchos académicos para estar en condiciones de ser reconocidos por estos sistemas. Segundo, está claramente acentuada una tendencia al incremento en el número de profesores reconocidos por PROMEP y por el SNI/SNC.

Algo bueno ha estado sucediendo cuando comprobamos que en diez años la UV multiplicó por cinco el número de sus académicos en el SNI y por ocho veces el tamaño de quienes son reconocidos por PROMEP.

Figura 3. Evolución de PTC con Perfil PROMEP y SNI 2001-2011
Fuente: SEP (2001).

1.4. La tendencia general en la UV

La UV en su conjunto ha vivido en los últimos diez años un intenso proceso de cambio tendiente a su consolidación académica. Ello se observa en el incremento de sus PTC, en la mejora de sus credenciales académicas y en la tendencia creciente a ser reconocidos por agencias externas que se basan en la evaluación de pares.

Este cambio no ha sido resultado de la casualidad, es producto del esfuerzo de cientos de académicos que se toman en serio su oficio y que con sus productos del trabajo académico han logrado destacar y ser reconocidos. Es también resultado de un conjunto de políticas educativas federales que la Institución ha sabido aprovechar para beneficio de sus profesores y de su consolidación académica; en ese sentido representa también un éxito de la gestión institucional que ha puesto en el centro de su quehacer el impulso a esta transformación.

2. La evolución de las Áreas Académicas

En este apartado buscamos poner de manifiesto cómo la evolución general que hemos enunciado antes tiene matices importantes según los campos de conocimiento. En efecto, la universidad no es homogénea ni puede comportarse de ese modo en todos sus espacios. Uno de las más importantes factores de diferenciación es el que se refiere al Área o campo disciplinario en el que se afilian los profesores (Becher, 1992, 2001; Clark, 1987; Grediaga, 2001a, 2001b, 2004; Hamui, 2005)

La clasificación en áreas de conocimiento no es homogénea entre las universidades de México y la UV tiene su propia agrupación. Existen las áreas de Artes, Biológico-agropecuaria, Ciencias de la salud, Económico-administrativa, Humanidades y Técnica. Aunque parte de la misma institución y entrelazadas por una historia común, cada una tiene una evolución distinta en la Universidad, además de las diferencias paradigmáticas que las constituyen y de los distintos grados de consolidación y poder en la división social de la ciencia (Bourdieu, 2000; Kuhn, 1971).

2.1. El incremento de los profesores de tiempo completo

Hemos señalado la tendencia general en el incremento de PTC; sin embargo, las variaciones por Área nos permiten observar varios rasgos relevantes. El más significativo es que todas las Áreas incrementan su número de PTC, pero no todas lo hacen con la misma intensidad.

Por cuestiones históricas, al iniciar la década, las áreas de Ciencias de la Salud y de Humanidades tenían el mayor número de PTC; al finalizar el periodo, siguen siendo de las más altas. Incrementaron su número en unos cincuenta profesores cada una. Pero el incremento más dinámico lo tiene el área Técnica, pues al iniciar la década parte de un número bajo y al finalizarla está a la altura de las otras dos, habiendo incrementado su número de PTC con más de 180 profesores (ver Figura 4).

Las áreas Biológico-agropecuaria y Económico-administrativa crecieron con alrededor de 50 profesores cada una, y al final del periodo se ubican en el rango medio de la tabla. El área que menos creció fue la de Artes, pues no sólo tenía un reducido número de PTC al inicio del periodo, sino que a lo largo del decenio sólo pudo reclutar a una veintena de nuevos PTC.

Estas diferencias si bien están ancladas en la evolución de la docencia y las necesidades de las facultades más numerosas, también están asociadas con la naturaleza de los campos académicos, pues unos tienen una naturaleza más de orden científico que exige una dedicación plena, mientras que otros, más cercanos a las prácticas de las profesiones liberales, tienden a exigir una dedicación parcial al trabajo académico para poder combinar el ejercicio profesional. También hay campos con mayor inclinación a la investigación científica, que por supuesto sólo es posible llevar a cabo a partir de una dedicación de tiempo completo.

Las diferencias también se explican por el grado de consolidación de cada Área en la Universidad y por su distinta capacidad para leer las políticas públicas y aprovecharlas para su fortalecimiento. El caso emblemático del área emergente es el de la Técnica, que ha sabido utilizar un entorno dominado por las ciencias duras para incrementar su número de PTC y con ello avanzar en su consolidación académica.

Figura 4. Evolución del Número de PTC por Área Académica 2001-2011
Fuente: SEP (2001).

2.2. Evolución de los grados académicos de los profesores

Hemos resaltado el notable incremento en los grados académicos de los PTC a lo largo del periodo; ello ha traído una considerable reducción en el número de profesores de tiempo completo que tienen la licenciatura como máximo grado de estudios: mientras que al principio del periodo los licenciados representaban el 44.3% del total de PTC, después de diez años esa participación se había reducido al 11.6%. En todas las Áreas bajó el número de licenciados; los decrementos más importantes ocurrieron en Ciencias de la Salud y en Humanidades.

Como se observa en la Figura 5, un avance considerable ocurrió con la maestría que pasó de representar el 33% al 44% durante el periodo. Sin embargo, el indicador más relevante es el del doctorado, que pasó de 9.7% al 37% a nivel de toda la Universidad. Todas las Áreas incrementaron su número de PTC con doctorado; al finalizar el periodo las Áreas que más profesores tenían en esta condición eran Técnica, Humanidades y Biológico-agropecuaria. Entre ellas destaca la Técnica, que fue la que tuvo un crecimiento mayor en este renglón.

Figura 5. Evolución del Número de PTC con grado de Doctor por Área Académica 2001-2011
Fuente: SEP (2001).

2.3. Los académicos reconocidos por el PROMEP y el SNI/SNC

Al iniciar el periodo, sólo 8.4% del total de PTC estaban reconocidos con el perfil deseable del PROMEP; diez años después la participación general se había incrementado al 45.7% del total de PTC.

Como podemos observar en la Figura 6, aun cuando todas las Áreas incrementaron su participación, el crecimiento más dinámico lo tienen las áreas Técnica, Humanidades, Biológico-agropecuarias y Ciencias de la Salud. Este dato es relevante para observar su creciente grado de consolidación académica, pero también para observar las brechas que van diferenciando al Área Económico-administrativa y sobre todo al Área de Artes, que aunque crecen, lo hacen a un ritmo menor que las otras.

Figura 6. Evolución del Número de PTC con Perfil PROMEP por Área Académica 2001-2011
Fuente: SEP (2001).

En el caso de los profesores reconocidos por el Sistema Nacional de Investigadores, este crecimiento desigual se manifiesta con mayor fuerza.

Este indicador es de los más fuertes para medir el grado de consolidación académica de una institución; refiere no sólo a una intensa producción académica tanto en docencia, investigación, publicaciones, participación en comités científicos, integración de redes académicas, dirección de tesis, participaciones en congresos, patentes, desarrollos tecnológicos, etcétera, sino también a su trascendencia científica y social, pues los evaluadores (pares expertos) analizan y valoran la cantidad de productos pero también su calidad y relevancia.

Uno de los principales indicadores que se usan para diferenciar a las instituciones es su número de profesores en el SNI, pues se infiere con ello la existencia de académicos de alto nivel, distinguido prestigio, intensa producción académica, con una fuerte intervención en la solución de los problemas sociales y con credenciales académicas que los facultan para la enseñanza de calidad y para la producción de conocimientos originales y pertinentes. Muchos de los profesores en el SNI o en el SNC conforman las vanguardias intelectuales, científicas y artísticas del país y se entrelazan con la producción de conocimiento de punta en el mundo; al gozar de un alto prestigio, dotan de valor y reconocimiento a las instituciones que conforman.

Como se aprecia en la Figura 7, la evolución del número de profesores en el SNI/SNC ha sido desigual. Como en otros indicadores revisados, todas las Áreas incrementan su número, pero no todas lo hacen igual. Destacan las áreas de Humanidades, Técnica y Biológico-agropecuaria. Si bien Humanidades sigue siendo la que más profesores tiene, durante el periodo el crecimiento más dinámico se observa en la Técnica y en Biológico-agropecuaria.

Las áreas de Ciencias de la Salud y Económico-administrativa han crecido lentamente y con escaso número. El área de Artes es la menos consolidada y la que durante la década analizada crece menos que todas.

Figura 7. Evolución del Número de PTC con SNI por Área Académica 2001-2011
Fuente: SEP (2001).

2.4. La diferenciación de las Áreas

A lo largo del periodo se observan diferencias muy importantes en la evolución de las Áreas de la Universidad. Hay claramente tres grupos: el que tiene mayor grado de consolidación (Humanidades, Técnica y Biológico-agropecuaria); el de consolidación media (Ciencias de la salud y Económico-administrativa); y el de escasa consolidación (Artes).

Humanidades, Técnica y Biológico-agropecuaria se fueron consolidando progresivamente; son las áreas que más PTC tienen, con mejores credenciales académicas y con mayores reconocimientos externos. Observando la evolución de estas tres áreas en el decenio estudiado, destacan por su mayor dinamismo la Técnica y la Biológico-agropecuaria, pues arrancando de una base inferior, han alcanzado en la cima al Área de Humanidades.

Las áreas de Ciencias de la salud y la Económico-administrativa evolucionan con lentitud y paulatinamente van conformando enclaves (Brunner, 2007) de desarrollo académico en medio de un entorno disciplinario con fuerte atracción del mercado de las profesiones liberales.

Comparativamente, el Área de Artes se va rezagando en su evolución académica. Si bien va mejorando sus indicadores paulatinamente durante la década estudiada, la brecha que la separa de las áreas más consolidadas es cada vez más grande.

3. La evolución regional

La UV es una institución desconcentrada geográficamente a lo largo del estado de Veracruz. Dada su definición organizacional tiene cinco campus principales en las regiones de Xalapa, Veracruz-Boca del Río, Córdoba-Orizaba, Poza Rica-Tuxpan, y Coatzacoalcos-Minatitlán.

Su evolución histórica es muy desigual y desde sus orígenes se pueden rastrear algunos de sus rasgos definitorios. La sede central está en Xalapa, la capital del estado; el lugar donde se concentran los poderes locales y desde donde se proyectó la Universidad, pues fue una dependencia del gobierno estatal desde su fundación en 1944 hasta 1996 cuando obtuvo su autonomía. En esta ciudad se fundó y ahí se concentran muchas de las facultades más antiguas, la inmensa mayoría de los institutos y centros de investigación, y prácticamente toda el área de Artes.

En los años cincuenta, algunas facultades se fundaron en Veracruz y en Orizaba, sentando las bases para la creación de los campi; a inicios de los años setenta, con la Escuela de Iniciación Universitaria que se implementa también en el norte y en el sur del estado, se da inicio al proceso de descentralización de la UV. Como se puede observar, el desarrollo de la UV es muy desigual desde su génesis, las regiones se conforman preferentemente como espacios de docencia, mientras que la investigación se concentra en Xalapa.

3.1. Evolución diferenciada de las capacidades académicas

El grado de consolidación académica de una institución de educación superior depende directamente de su capacidad para generar conocimiento y ello sólo es posible si existen expertos que se dediquen profesionalmente a esa labor: los académicos de tiempo completo. La enseñanza de alta calidad en las universidades está asociada al trabajo de profesores de tiempo completo que sean capaces de articular la investigación y la docencia; la gestión de las instituciones modernas depende de la cooperación y la participación activa de los profesores en la conducción de las universidades. Precisamente por ello, las condiciones que tienen las diferentes regiones universitarias para consolidarse académicamente están asociadas con sus capacidades, al número de profesores de tiempo completo con que cuentan para desarrollar sus actividades.

Durante el periodo estudiado toda la Universidad incrementó su número de PTC en 450 académicos. De este crecimiento, sólo la región Xalapa es responsable de incorporar a unos 200 de ellos: casi la mitad de los nuevos PTC. Todas las demás regiones incrementaron su número de PTC, particularmente Veracruz, pero la inercia general del periodo tiende a acrecentar las brechas entre las regiones (ver Figura 8).

Figura 8. Evolución del Número de PTC por Región 2001-2011
Fuente: SEP (2001).

Hemos resaltado que la génesis desigual que distingue a las regiones universitarias es el fundamento de su condición contemporánea; sin embargo, en años recientes se ha iniciado un proceso de descentralización que busca la definición de perfiles regionales para su desarrollo académico. La consolidación académica de cada campus pasa necesariamente por la integración de un número suficiente de PTC que se hagan cargo de los cuerpos académicos y del desarrollo de la investigación. El cierre de brechas en el número de PTC no es una intención moral, sino la condición indispensable para potenciar las regiones, para asegurar el capital académico sobre el que descansa la diversificación del trabajo (docencia, investigación, difusión, tutorías, participación en la gestión, etc.) en las universidades modernas.

3.2. La evolución de los grados académicos de los profesores

Hemos observado un decremento muy significativo en el número de PTC que tenían como grado máximo la licenciatura. Esto ocurre en todas las regiones. El decremento está asociado con el desarrollo de los estudios de posgrado que han realizado los profesores, lo que les permite mejorar sus grados de habilitación.

En todas las regiones se incrementó el número de PTC con maestría (ver Figura 9). Los estudios de este nivel fueron muy aprovechados por los profesores de Xalapa, pero proporcionalmente quienes más avanzaron a este nivel fueron los profesores de las demás regiones. Esta situación se explica en parte por el retraso con que las regiones se han ido consolidando respecto de Xalapa; como parten de una base mayor de licenciados, éstos deben primero cursar la maestría para estar en condiciones de estudiar después el doctorado. También se explica por un problema de oferta: casi el único lugar donde se ofrecen estudios de doctorado del estado es Xalapa, mientras que la oferta de estudios doctorales es nula o de bajísima calidad en el resto de la entidad.

Figura 9. Evolución del Número de PTC con Maestría por Región 2001-2011
Fuente: SEP (2001).

En el caso de los profesores que han concluido su habilitación con los estudios de doctorado, los datos hacen evidente la diferencia entre Xalapa y las demás regiones, pues en el periodo Xalapa tiene 350 de los 550 PTC que obtuvieron su doctorado en el periodo.

En la Figura 10 se observa cómo Xalapa arrancó con una base importante y numerosa de PTC con doctorado, creció a lo largo del periodo y se consolidó como la región más fuerte académicamente. Veracruz creció a lo largo del periodo y hacia 2007 comenzó una curva ascendente. En ese mismo año se observa la misma curva ascendente también en Coatzacoalcos-Minatitlán y en Poza Rica-Tuxpan.

Figura 10. Evolución del Número de PTC con Doctorado por Región 2001-2011
Fuente: SEP (2001).

3.3. Los académicos reconocidos por el PROMEP y el SNI/SNC

La evolución del número de PTC reconocidos por agencias externas a la Universidad muestra con claridad el grado de desarrollo académico de los diferentes campi.

En relación con el PROMEP, se van perfilando tres tipos de desarrollo académico diferentes: Xalapa muy por encima de todas las regiones; Veracruz con un desarrollo bajo; y el resto de las regiones con un desarrollo incipiente. Hacia el final de la década los indicadores tienden a mejorar en todas las regiones, pero el caso que comienza a repuntar ligeramente es el de Poza Rica-Tuxpan (ver Figura 11).

Figura 11. Evolución del Número de PTC con Perfil PROMEP por Región 2001-2011
Fuente: SEP (2001).

El caso de los PTC que participan del SNI hace más evidentes las diferencias interregionales. Todas las regiones comienzan con una base muy baja, incluso al inicio del periodo no había académicos en el SNI ni en Orizaba, ni en Poza Rica ni en Coatzacoalcos. El hecho relevante, que muestra un punto de inflexión, es que hacia el final del periodo ya hay PTC miembros del SNI en todas las regiones (ver Figura 12).

Durante el decenio que revisamos, Xalapa se consolidó como la región con el mayor número de PTC reconocidos por el SNI. Había más de 200 profesores en 2011. Veracruz pasó de tres a 40 profesores, lo que revela un enorme esfuerzo. En el resto de las regiones, aunque los números sean bajos, está claro que se ha iniciado un proceso de consolidación.

Figura 12. Evolución del Número de PTC con SNI por Región 2001-2011
Fuente: SEP (2001).

3.4. Las diferencias regionales

Según lo que hemos observado, el desarrollo desigual entre las regiones que ha marcado desde su origen a la Universidad sigue perdurando y el escaso grado de consolidación académica de aquéllas sigue siendo una asignatura pendiente muy difícil de remontar, aunque se observan indicios de que empiezan a despegar en la senda de su fortalecimiento.

Durante el periodo estudiado, Xalapa se afianza como la región más consolidada de toda la Universidad, pues ahí se concentra la mayor parte de los PTC, los académicos que tienen mejores credenciales y quienes gozan de mayor reconocimiento; lejos le sigue Veracruz, y en el resto de las regiones se observa un desarrollo incipiente.

Conclusión general desde una perspectiva comparada

Un intenso proceso de trasformación está en curso en la UV: es clara su tendencia al fortalecimiento y consolidación académicas. Durante la primera década del siglo XXI, la Universidad ha incrementado de manera notable el número de sus profesores de tiempo completo; éstos han mejorado sustancialmente sus grados de habilitación estudiando maestrías y doctorados, y el número de nuestros académicos reconocidos por PROMEP o el SNI/SNC se ha incrementado de manera decidida.

Algunas áreas académicas han podido aprovechar mejor las políticas federales y su desarrollo desigual va decantando que las áreas de Humanidades, Técnica y Biológico-agropecuaria se ubiquen por encima de las áreas de Ciencias de la salud y Económico-administrativa y muy lejos del Área de Artes (que manifiesta un importante rezago), pues aunque siguen mejorando sus indicadores, lo hacen lentamente y con menor dinamismo que las tres áreas más consolidadas.

Las brechas interregionales siguen siendo muy fuertes, claramente hay dos tipos de desarrollo: uno muy dinámico y fuerte en Xalapa, y otro lento y frágil en las demás regiones. Atrapadas por su historia, las regiones fuera de Xalapa han dado pasos iniciales en su consolidación académica; aunque en la senda correcta, éstos son muy recientes.

A lo largo del artículo hemos privilegiado una visión interiorista (Brunner, 2007; Clark, 1983) que buscó resaltar los cambios ocurridos en la UV; sin embargo, es legítimo preguntarse desde una perspectiva comparada por la situación que ocupa la UV en el contexto de las universidades públicas mexicanas y si los cambios ocurridos en su seno pueden decantarse como parte de su consolidación académica.

Si comparamos el desarrollo reciente de la UV con otras instituciones públicas de educación superior como UdeG, la UANL, o la BUAP, encontramos que la UV tiene un menor presupuesto y un número alto de estudiantes que la hacen estar en una condición de desventaja frente a muchas otras instituciones (ver Figura 13).

En términos de sus PTC, la UV tiene mucho menos académicos de tiempo completo que las universidades con las que la venimos comparando (ver Figura 14).

Figura 13. Financiamiento en miles de Pesos/Alumno de Universidades Mexicanas
Fuente: Universidad Nacional Autónoma de México ([UNAM], 2012).

Figura 14. Total de Académicos y PTC de Universidades Mexicanas
Fuente: UNAM (2012).

Dado lo reciente de su evolución y de su incipiente consolidación académica, la UV cuenta con un menor número de PTC en el SNI, pero es indudable que al final del periodo que hemos analizado se encuentra cerca de las universidades de referencia (ver Figura 15).

Figura 15. Número de Investigadores que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores de Universidades Mexicanas
Fuente: UNAM (2012).

Un indicador que refleja con claridad el grado de consolidación académica de las instituciones de educación superior es el número de programas de posgrado reconocidos por el PNPC del CONACYT. La fuerza del reciente cambio ocurrido en la UV ha impactado positivamente este indicador y la coloca comparativamente como la que ha tenido un mejor desempeño (ver Tabla 1).

Tabla 1. Programas de posgrado en IES reconocidos por PNPC 2009-2012

#

Instituciones de Educación Superior

2009

2010

2011

2012

Incremento %

# PE

Lugar

# PE

Lugar

# PE

Lugar

# PE

Lugar

1

Universidad Nacional Autónoma de México

135

1

134

1

135

1

136

1

0.7

2

Universidad de Guadalajara

69

3

75

2

77

2

92

2

33.3

3

Instituto Politécnico Nacional

70

2

66

3

73

3

78

4

11.4

4

Universidad Autónoma de Nuevo León

60

5

61

4

67

4

83

3

38.3

5

Universidad Autónoma Metropolitana

61

4

58

5

62

5

65

5

6.6

6

Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN

54

6

53

6

55

6

59

6

9.3

7

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

54

6

43

7

46

7

47

8

-13.0

8

Universidad Veracruzana

28

10

28

13

37

10

65

5

132.1

9

Universidad Autónoma de San Luis Potosí

38

7

36

10

41

8

47

8

23.7

10

Universidad Autónoma del Estado de México

38

7

38

8

40

9

55

7

44.7

11

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

37

8

37

9

35

11

43

9

16.2

12

Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo

31

9

32

11

37

10

39

10

25.8

13

Universidad Autónoma de Baja California

31

9

31

12

33

12

38

11

22.6

14

Universidad de Guanajuato

27

11

27

14

26

13

31

12

14.8

Fuente: CONACYT (2012).

Otro tipo de indicadores que exigen un mayor grado de consolidación permiten observar lo incipiente del cambio ocurrido en la UV. Si observamos el impacto de sus académicos en términos de sus aportaciones en forma de artículos publicados en revistas de referencia ISI, podemos reconocer el reducido peso que tiene la producción elaborada desde la UV (ver Figura 16).

Figura 16. Artículos ISI/año de Universidades Mexicanas
Fuente: UNAM (2012).

La UV tiene ante sí importantes retos para dar continuidad a esta transformación y culminar el ciclo de su consolidación académica inicial. Para estar entre las mejores universidades de México e incrementar su prestigio internacional, la UV debe dar pasos decididos para seguir incrementando sus contrataciones de tiempo completo, otorgando una clara prioridad hacia las regiones. Eso implica dirigir su política de contratación para reforzar los ejes de desarrollo regional que derivan del perfil definido en cada Consejo Universitario Regional. No puede ocurrir un indiscriminado proceso de contratación de PTC, sino que debe orientarse a la conformación de cuerpos académicos, al desarrollo de líneas de investigación y de vinculación social.

La política de contratación de la institución es clave para dar continuidad a la transformación enunciada. El decenio analizado permite aprender que es necesario seguir impulsando que los profesores sigan estudiando posgrados en programas de calidad y que se incremente el número de doctores. Las nuevas plazas de PTC serán ineficaces si no se busca que impacten positivamente en el devenir institucional. Así, para cerrar las brechas entre las áreas y entre las regiones es preciso dar preferencia a la contratación de académicos altamente habilitados en las áreas y regiones más débiles; y al mismo tiempo mantener y elevar los estándares alcanzados por las áreas más consolidadas académicamente.

Es indispensable que la Universidad mande una señal clara para seguir impulsando los estudios de posgrado, pero es igualmente importante que delimite el sentido y la calidad de los estudios con que apoya a sus académicos: deben asociarse a los temas y problemas de estudio de los cuerpos académicos y debe exigirse un alto prestigio académico. La UV no puede seguir contribuyendo al certificacionismo, otorgando validez y reconocimiento a los posgrados obtenidos en instituciones de dudosa calidad. Por el contrario, debe impulsar que sus profesores cursen estudios de posgrado que los habiliten para hacer investigación, difundir sus resultados y les doten de herramientas de vanguardia en términos de conocimiento y habilidades.

La pertenencia al PROMEP o al SNI/SNC depende de dos factores: la productividad de los profesores y de las condiciones institucionales con las que cuentan para desarrollar su trabajo académico. Depende de un atributo personal y es una responsabilidad institucional. Por tanto, si se quieren cerrar las brechas entre áreas y regiones, debe haber políticas institucionales que orienten esta intención. Si se incrementa el número de PTC en las regiones y áreas menos consolidadas con profesores con altos niveles de habilitación y se generan las condiciones para desarrollar la investigación, los reconocimientos externos vendrán asociados, incrementando el prestigio de la institución y por un efecto de acumulación el de sus propios profesores.

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[1]. Salvo referencia expresa, todos los datos han sido producidos por el Departamento de Estadística de la Dirección General de Planeación de la Universidad Veracruzana. Agradecemos a su personal su generosa sistematización.