Número
29 | Julio-diciembre, 2019 | ISSN 1870-5308
©
Todos los Derechos Reservados
Instituto
de Investigaciones en Educación |
Universidad Veracruzana
Editorial
Emilio
Ortega Arjonilla, ad memoriam
Miguel Figueroa Saavedra
A
mediados de junio de 2019 nos despertamos con la triste noticia del infortunado
fallecimiento del Dr. Emilio Ortega Arjonilla, catedrático de la Universidad de
Málaga y miembro de nuestro Comité Editorial Externo del Instituto de
Investigaciones en Educación.
Desde
que en 1990 iniciara su trayectoria profesional como profesor universitario en
el campo de la Traducción e Interpretación y la Filología Románica, primero en
la Universidad de Granada y después en la Universidad de Málaga, su actividad
siempre se centró en la teoría y práctica de la traducción. Sin embargo, su
labor no se limitó sólo a los aspectos académicos o técnicos de esta
disciplina, sino también mostró un especial compromiso por que su trabajo
tuviera una vertiente profesional y social destacable.
Así,
es indudable su esfuerzo e interés en impulsar el campo de la didáctica, la
traducción jurídica y biosanitaria, la teoría de la traducción y la
profesionalización a través de la dirección de tesis, cursos, talleres y
encuentros, pero también en visibilizar el aspecto interdisciplinar,
corporativo y profesional de la traducción. Su trabajo como miembro de la
Asociación Española de Terminología, coordinador académico del Doctorado y
Máster de Traducción e Interpretación de la Universidad de Málaga y como
codirector académico de la colección Interlingua, de la editorial Comares y
director de la revista Entreculturas, dio frutos notables en este campo,
fortaleciendo la imagen y preparación del traductor al facilitar un acervo
fundamental para que el estudiante y especialista conozca y reflexione la
práctica y la teoría traductiva. Todas estas vertientes confluían en
reivindicar y defender un espacio reconocido, valorado y especializado al que
en las últimas décadas se han incorporado generaciones de intérpretes y
traductores.
Su
actividad no se restringió al contexto español, también tuvo una proyección
internacional, sobre todo en Europa y América Latina. Muestra de ello fue su
actividad como profesor invitado en universidades de España, Suiza, Francia,
Bélgica, Italia, Portugal, Reino Unido, Dinamarca, Marruecos, Estados Unidos y
México. Precisamente, en sus visitas a México tuvo especial relevancia para
nosotros su cercanía e implicación con la Universidad Veracruzana, colaborando
en 2014 y 2017. En ambas ocasiones, como jurado-sinodal, conferenciante y
docente apoyó en nuestra casa de estudios las iniciativas de formar un campo
profesional en el terreno de la Traducción, Interpretación, Mediación y
Lingüística Aplicada. Como tallerista y conferenciante, formó y orientó a
integrantes del Cuerpo Académico de Lingüística y Traducción y a estudiantes de
la Facultad de Idiomas y de la Facultad de Letras Españolas. También fue
colaborador externo del programa de Doctorado en Estudios del Lenguaje y
Lingüística Aplicada evaluando y asesorando trabajos de investigación en
didáctica de la traducción francés-español. Resultado de toda esta colaboración
fue la ejecución de los convenios de colaboración entre la Universidad
Veracruzana y la Universidad de Málaga, acuerdo que permitió publicar trabajos
y realizar estancias a investigadores del Instituto de Investigaciones en
Educación en dicha institución.
También
participó en el foro académico de la FILU 2014 como comentarista en la mesa
“Contenidos y conocimiento, apropiación y circulación de la ciencia en nuestros
tiempos”, y estableció acuerdos de colaboración e intercambio con la Editorial
UV. En este aspecto su experiencia y vocación editorial también se plasmó en su
incorporación como miembro del Comité Editorial externo de nuestra publicación
y de la Biblioteca Digital de Investigación Educativa, de la que fue miembro
hasta su muerte. En este puesto nos regaló el comentario editorial para el número
24 de nuestra revista titulado “Algunas consideraciones teóricas sobre la
enseñanza aprendizaje de la traducción e interpretación en el contexto”, donde
contribuyó con su experta opinión a la discusión teórica, histórica y
sociológica sobre la situación actual de la traductología, texto esclarecedor y
sugerente para los estudiantes de traducción e interpretación.
Por
todo ello, guardamos un recuerdo significativo e indeleble de una persona que,
con su tesón y afabilidad, no sólo de modo generoso compartió sus conocimientos
y experiencias, sino que sirvió de aliciente para que muchos de nosotros
siguiéramos por el camino de la investigación educativa y los estudios de
traducción y comunicación transcultural, además de buscar siempre la calidad
editorial y la vocación de servicio en la difusión del conocimiento. Su
carácter abierto, amable, honesto, firme y serio evidenciaba ante todo una
entrega absoluta a su labor, pero también un deseo constante de generar redes
de colaboración basadas en el trabajo efectivo y práctico. Todo ello le valió,
de sus allegados y extraños, el calificativo de “inquieto”, una inquietud contagiosa,
expresión de su intensa dedicación profesional por llevar a término aquello que
nos apasiona y sentimos que coadyuva a hacer de la universidad motor de cambio
y encuentro social.
Hoy,
junto con su extensa obra y los programas, carreras y vocaciones que ayudó a
consolidar, nos deja un legado y ejemplo inspirador que, desde esta revista,
queremos reconocer en agradecimiento póstumo.
Descanse
en paz. ⸭